Buenos días Comunitarios, Murcia, 08:00 de la mañana, me despierto con la ilusión de redactar mi primera crónica de mi primera marcha de BTT. Empieza así: domingo 14 de febrero, 06:45, suena mi despertador. Me despierto y levanto de la cama, emocionado por participar en mi primera marcha de BTT. Aseado, aligerado, y vestido, cojo todo mi equipo y lo cargo en mi furgoneta. Paquito me espera en »Pan y dulces», Fortuna. Al llegar, compramos nuestros desayunos. En mi caso una napolitana de crema y un zumo de piña, y en el de Paquito, dos napolitanas de chocolate. Tras la compra, cogimos los coches y nos dirigimos a la sede de Comunidad Biker MTB, en Molina de Segura. Allí nos esperaban Alonso y Juan Francisco.

Tras cargar las bicicletas nos dirigimos a recoger a Kronxito, que nos esperaba en la puerta de su casa. Alonso, Kronxito y yo viajábamos en mi furgoneta, y Paquito hacía de copiloto de Juan Francisco. De camino, nos dimos cuenta del día que nos esperaba: un día de viento, con unas rachas muy fuertes y violentas, muy desagradable para los que montamos en bici.

Gracias a la señorita tan lista y amable que lleva Kronxito dentro de su teléfono móvil, llegamos sin problemas al destino: Las Palas, Fuente Álamo. Una vez estacionados los vehículos, nos desplazamos a pie al pabellón donde se encontraba todo el »cotarro», para recoger nuestros dorsales. La organización (compuesta por personas muy amables) nos hizo entrega de una bolsa-mochila de deporte con unos detalles dentro. Mi sorpresa fue, al ver las bolsas de mis compañeros y demás participantes, que yo era el único al que le habían entregado una de color rosa, pues las demás eran rojas!!! Allí nos encontramos con las Sierra del Algarrobocomunitarias Laura y Patricia, y con el comunitario Jose Fernando. Tras los saludos, mi presentación (ya que era el »nuevo» del grupo), y una breve charla, volvimos a los vehículos para prepararnos y coger nuestras máquinas.

Después de realizar el típico calentamiento, nos dirigimos a la línea de salida, colocándonos en las últimas posiciones. Me encontraba tranquilo, concienciado en realizar mi carrera. Mi meta era acabarla, puesto que mi condición física y experiencia no es comparable con la de mis compañeros. Tras el pistoletazo de salida, me vi envuelto junto con mis compañeros en una nube de polvo mecida bruscamente por el viento que había, como si lleváramos delante un ganado de ovejas. Desde el primer momento me centré en coger mi ritmo, cosa que hizo que poco a poco fuera perdiendo de vista a Alonso, Paquito y Juan Francisco. Tenía claro que tenía que guardar fuerzas para las rampas. De hecho, llevaba estudiado el recorrido y los kilómetros donde tenía que dar todo mi esfuerzo.

Estaba solo. Solo con mi empeño de acabar la marcha. Logré llegar a un grupo de participantes y mantenerme junto a ellos hasta el primer tramo duro, donde se estiró el grupo. Un tramo que fue muy duro para mí, ya que se componía de un sube y baja y de unas rampas muy inclinadas pero cortas. No tuve más remedio que bajarme de la Scale y afrontarlas a pie. Tuve la oportunidad de ganar algunas posiciones, sobre todo en los descensos.

Llegué al primer avituallamiento, ya recuperado en mayor parte del esfuerzo que realicé, y las chicas tan amables y simpáticas de las que habla Paquito en su crónica, me ofrecieron una barrita energética y un plátano que acepté muy gratamente. Tras el paso por el avituallamiento cambiamos de los caminos a las sendas. Sendas que en su mayor parte afronté muy bien, exceptuando algunos tramos en los que tuve que echar pie a tierra de nuevo. Bueno, pues tras afrontar estos tramos de llanos, y recuperar fuerzas, vuelve un nuevo tramo de subida, el cual afronté en solitario. Incluso logré adelantar a un participante!!! Creo que fue la parte del recorrido donde mejor me encontré.

Ya en la cima, paré para inmortalizar las sorprendentes vistas, con el Puerto de Mazarrón y el mar de fondo. Llegué a la senda de descenso, donde el primer tramo era obligatorio realizarlo a pie. Lógico!!!! Me da vértigo recordarlo!!! El segundo tramo ya era rodado, el que bajé en su mayor parte montado en la bicicleta. Tras descender por una pista y unas sendas preciosas, llegué al comienzo del último ascenso. La rampa más larga y más dura, bajo mi humilde opinión. Tras un gran esfuerzo, donde llevé al límite mis pulsaciones, me encontré con un chico y una chica, que gracias a sus ánimos, me dieron la fuerza suficiente para poder llegar al segundo y último avituallamiento sin bajarme de mi Scale. Este chico tuvo la amabilidad de indicarme que me quedaba un kilómetro de ascenso para llegar al tramo final, que era todo descenso.

Al llegar al avituallamiento otra chica simpática como la que más, me ofreció un vaso de Aquarius, el cual cogí dándole las gracias, y bebí parado al lado del contenedor donde deposité el vaso de plástico que contenía tan agradecida bebida. Creí que lo más duro había pasado. Pero no. Fue lo más duro para mí. Continué como pude, »a molinillo», hasta que llegue al km 28 y tuve problemas de calambres y rampas en mis piernas. Estos últimos metros tuve que realizarlos a pie, ya que no podía ni con mi cuerpo. Coroné a pie exhausto este último puerto.

Los problemas en mis piernas persistían. Agradecer a un chico de la organización y a un participante joven que me acompañaron en este duro momento en el que me encontraba. Realicé el descenso junto a ellos, donde pude recuperarme un poco, pero mis piernas decían basta. De nuevo me encontré con un último tramo de sendas técnicas, donde tuve que bajarme en varias ocasiones de la bicicleta de nuevo.

Ya había realizado el descenso final. Quedaban unos 5 km. La emoción me invadió!!! Había conseguido realizar esta dura marcha que para mi fue!!! Así que ya viendo la línea de meta, exploté de alegría a escasos 2 metros de ella, levantando los brazos y soltando el manillar!!! Quise imitar al gran Alberto Contador!!! Maldita la hora que se me ocurrió realizar tal final… Se cruzó la rueda delantera de mi Scale y pegué tal tortazo, digno de »videos de primera», que me dejó a escasos 50 centímetros de cruzar la línea de meta. Todo eran risas y personas interesadas por mi estado, entre ellas mis compañeros. Decidí quedarme tirado en el suelo, pues a pesar del tortazo  y ver que estaba bien, necesitaba un respiro. Decir que logré cruzar la línea de meta. A pie, pero la crucé!!!

Tras las felicitaciones de mis compañeros por acabar la marcha y comentar un poco tal acto de protagonismo (no podía dejar que mi puesto, el 181 de 191, quedara en el olvido), Alonso, Paquito, Juan Francisco, Kronxito y yo nos dirigimos a los coches para cargar las máquinas y realizar el camino de vuelta, parando a comer por el camino, donde se sumaron Patricia y Jose Fernando. Comida en la que compartimos sensaciones, opiniones respecto a la marcha, y como no, hablar de mi entrada triunfal a meta.

Agradecer a los comunitarios Paquito, Alonso, Juan Francisco, Kronxito, Jose Francisco, Patricia y Laura por compartir mi primera experiencia en marchas junto a ellos, y de la amabilidad y simpatía que me ofrecieron en todo momento. También dar mi enhorabuena y agradecimiento a la organización por lo bien organizada y señalizada que ha estado la VII marcha MTB Sierra del Algarrobo.

No me gustaría acabar mi primera crónica de mi primera marcha sin dejar constancia de la imagen del día.

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De vuestro comunitario Clemente.