Hola comunitarios, no me puedo resistir a compartir mi experiencia en la incursión que estoy realizando en el mundo de la natación. Seguramente seréis muchos los que estáis en la misma situación que yo, por ello me he animado a contarlo. He de decir que soy más bien de secano, de montaña, de tierra, es mi medio y en él me desenvuelvo. El agua me ha dado siempre respecto e incluso algo de miedo. Pero mi preocupación ha aumentado tras notar algún dolor o molesta en la espalda estos últimos meses, supongo que debido al exceso de horas de ciclismo (que no es precisamente el mejor deporte para la espalda), horas sentado en la silla trabajando y horas jugando a deportes de raqueta (tenis, pádel, squash, ping-pong, frontenis). Todo esto me ha hecho meditar y recapacitar para animarme a hacer natación, el mejor deporte para fortalecer mis poco usados músculos de la espalda.
He hablado con muchas personas y todas me recomiendan la natación para evitar futuros problemas en la espalda, para fortalecer la musculatura. Yo mismo lo sabía y tenía claro, pero de saberlo a hacerlo hay siempre un trecho importante. La pereza que da el iniciar algo en lo que intuyes que vas a padecer te hace ir dejándolo para otro momento.
Pero no se podía aplazar más, llegó el momento, me adentré en un mundo nuevo para mí, sabía nadar un poco, lo suficiente para no ahogarme, lo que aprendí hace unos 30 años. Esa era toda mi experiencia en natación, un curso de verano de cuando era niño y poco más.
Me puse manos a la obra, vi lo que necesitaba porque hoy en día para practicar cualquier deporte parece que siempre se necesita comprar algo. Hace unos años no era así, hicieras el deporte que hicieras con muy poco era suficiente, ahora hemos de ir equipados hasta los dientes, en muchos casos de forma innecesaria, falsas necesidades que nos venden a base de bombardeo mediático y publicidad. Pero este es otro tema que no trataré en este artículo.
¿Por qué me metí en la piscina?
La razón principal ya está expuesta arriba, el cuerpo es sabio y avisa, te va dando pequeños avisos en forma de una sensación rara por aquí, una pequeña molestia pasajera por allá, un dolorcito, una molestia que empieza a hacerse constante, dolor y algún pinchazillo… Y el pinchacillo fue lo que me hizo meterme en la piscina.
Hasta ahora había tenido algún dolor lumbar tras las rutas de bici, al enfriarme, sobre todo al levantarme de la cama a la mañana siguiente. Pero últimamente me venía algún pinchazillo por la zona de la espalda y eso es un aviso importante, el cuerpo es sabio. No me ayuda mi trabajo, donde permanezco sentado muchas horas. Tampoco mis estudios, más de lo mismo. La posición de estar sentados en una silla es antinatural y si, además, sumas los vicios posturales todo irá a peor.
No me gusta nada tomar medicamentos, soy anti-medicamentos al 100%. Las grandes marcas de medicamentos son auténticas mafias (que influyen a farmacéuticos y médicos) y buscan la venta, no la salud de las personas, enfermos crónicos que consuman medicamentos de por vida. La gran parte de los médicos (no digo todos), entras en su consulta, te pones a decirles «Tengo una molestia en la espal…» y antes de acabar de hablar, sin ni siquiera mirarte, está escribiendo una receta para algún «antiinflamatorio».
Si voy al médico con estos problemas me llenará las manos de recetas con innumerables medicamentos para paliar el dolor, pero no se preocupará de cuál es la causa que me lo provoca y de darme instrucciones para evitarla.
Que me perdonen los médicos honrados y auténticos, los médicos de vocación, los que no tienen en la mano derecha un bolígrafo y en la izquierda una receta cuando entras a la consulta, los que sí miran al paciente, le hacen preguntas e indagan sobre la causa del dolor, que sé que los hay, esto no va con ellos. Tampoco es objeto de este artículo este tema, así que lo dejaré para otra ocasión.
Mi sentido común y los avisos de mi cuerpo, al que dejo que me avise y no le meto drogas que anulen el dolor (medicamentos), considero que el dolor es un mecanismo natural del cuerpo para evitar problemas. Pues esos dolorcillos y pinchazos me hicieron pensar un poco sobre su origen. Está claro que son debidos a que no tengo musculatura en la espalda porque no la fortalezco con el ciclismo y no hago gimnasia de compensación. Por lo tanto antes de que se agrave la cosa mejor tomar medidas.
La medida quizá más fácil es ir al gimnasio y hacer compensación, hacer ejercicios de fortalecimiento de la espalda. Pero el gimnasio no acaba de convencerme mucho o nada. La otra opción es nadar, menos agresiva, más suave y por lo tanto mejor. Pero nadar cuesta un poco más, al menos para mí.
Mi preparación para la natación, comprar
Pues sí, comprar y comprar y tiro por que me toca. Incluso intentando no comprar nada innecesario tuve que acercarme a un centro especializado y comprar lo siguiente:
- Gafas para natación: dado que el agua de las piscinas lleva una gran cantidad de cloro y si no llevas gafas acabas con los ojos rojos como los tomates, además de que el cloro es veneno.
- Gorro: obligatorio supongo que para no soltar pelo en la piscina que atasca los filtros.
- Bañador: la única prenda necesaria para nadar.
- Chanclas: obligatorias para andar por la piscina y por las duchas.
- Tapones para los oídos: en mi caso obligatorios porque se me mete el agua y no sale como debiera. Hablaré de esto más adelante.
- Toalla, gel: para la ducha posterior, para quitarnos el cloro de la piscina.
- Macuto, mochila, bolsa: algo para transportar la toalla, el gel y las cosas mencionadas anteriormente.
La inversión económica no es muy grande (relativamente), pero puede rondar perfectamente los 100 euros. A todo esto hay que añadirle el pago por la piscina, que puede rondar los dos o tres euros por baño. Y si optamos por natación con monitor nos costará otro suplemento mensual, en mi caso natación libre.
Artículo | Precio |
Gafas | 20,00 € |
Gorro | 12,00 € |
Bañador | 35,00 € |
Chanclas | 25,00 € |
Tapones (a medida) | 75,00 € |
Toalla | 5,00 € |
Gel | 4,00 € |
Mochila | 15,00 € |
Uso piscina (1 año) | 190,00 € |
Total | 381,00 € |
Llegó la hora del primer chapuzón
Sin más dilación, eché todo a la mochila y me dirigí hacia la piscina, acompañado de la comunitaria Patricia, que también retomaba la natación, aunque ella estuvo nadando recientemente para la preparación de su triatlón. Por supuesto casi todo lo hago de forma autodidacta, así que prescindí de monitor, no me gusta nada que me digan lo que tengo que hacer, prefiero aprender por mi cuenta. Y en el caso de la natación más todavía, me pondría nervioso al tener que seguir instrucciones en un medio que no controlo.
Ya sé que no es lo mejor, ya sé que lo ideal es que un profesional te vaya guiando con ejercicios y corrigiendo la técnica: lo sé, pero tras analizarlo detenidamente prefería ir por libre.
Nos dirigimos hacia la piscina, pagamos el baño y me metí en el vestuario, algo a lo que no estoy acostumbrado: primer contratiempo. Tienes que ir cogiendo cierta soltura para desnudarte y ponerte la ropa de bajo, el gorro, las gafas y los tapones de los oídos. Me costó un poco la primera vez, sobre todo los tapones, unos que adquirí de plástico que me hacían daño en la oreja. También tenía dificultades para ponerme las gafas, no había manera de dejarlas bien sujetas.
Salí hacia la piscina, con miedo a resbalarme, andando despacio, allí todo es muy resbaladizo. Elegí una buena época, en septiembre, cuando aún no hace frío. Calenté un poco, hice algún movimiento con los brazos y piernas, para evitar algún tirón, revisé el gorro, las gafas y los tapones, me di la ducha obligatoria inicial y ¡a la piscina!
La primera sensación fue de miedo, por qué no decirlo, así que escogí la calle de la derecha por si tenía que parar a mitad, que era lo más probable. Antes de ir había hecho un poco los deberes, me había visto algún vídeo sobre técnica de crol y había leído algo, al menos para no parecer un pato.
Si estoy solo en la calle estoy menos nervioso, no molesto a nadie y nadie me molesta. Afortunadamente el primer día fuimos a una hora en la que apenas había gente y pudimos coger una calle sin gente. Unos ejercicios en el agua antes de empezar a nadar, para tomar contacto y ¡a nadar!
Bufff, qué mal, qué sensación más mala, las primeras brazadas fatal, sin coordinar bien los movimientos, faltándome la respiración, con la sensación de que no llegaba ni a la mitad. Traté de tranquilizarme e ir más despacio, era cuestión de maña y no de fuerza, recordando lo de los vídeos y libros que había visto. Conseguí llegar al final ¡Mi primer largo! Obviamente en piscina corta, 25 metros, para mí todo un logro.
Paraba un poco al final de cada largo para recuperar la respiración y volvía a ello. Acabé este primer día bastante contento al ver que podía hacer largos sin tener que parar por mitad, pero me costaba mucho, en los últimos metros me faltaba el aire y llegaba muy justo.
Acabamos y a la ducha, con todos los líos que hay que desplegar: que si coger los geles y la toalla y la ropa de cambio, ducharme con el agua muy caliente o muy fría (no había término medio), secarme bien para evitar los temidos hongos, todo ello con las chanclas para no pisar el suelo directamente… En fin, algo que no me gustó nada.
Los siguientes días de natación
Poco a poco, como pasa con todo en la vida, me fui habituando y nadaba tres o cuatro veces por semana. Poco a poco fui progresando y cada vez me costaba menos hacer los largos y cada vez hacía más largos en la hora de natación. Pero seguía cometiendo muchos errores de técnica y, sobre todo, me acostumbré (mal acostumbrado) a parar en cada largo, aunque fueran unos segundos.
Un monitor que me veía a veces, como iba en oras de poca gente, me aconsejó no parar entre largo y largo, porque estaba acostumbrando mi cuerpo, mi respiración, mi corazón, a esa parada y eso no era bueno para progresar.
A partir de aquí recuerdo que me hice mis tres primeros largos sin parar, fue un calvario, otra vez me faltaba el aire, me ponía nervioso y no conseguía coger el ritmo. Lo que os dije al principio, esas instrucciones que recibí del monitor, que fueron bienvenidas y perfectamente comprensibles, me pusieron nervioso. Ese día hice muchos largos sin parar pero lo pasé bastante mal.
Después decidí volver a mi hábito de parar, pero en lugar de cada largo, parar cada dos o tres largos, prefería ir progresivamente. Más o menos me funcionó, aunque seguía faltándome el aire cuando llevaba un par de largos.
He ido adquiriendo un poco de técnica y algo más de confianza, incluso he llegado a nadar con dos personas más en la misma calle, algo que nunca creí que podría realizar. Si bien aún me queda mucho camino por recorrer, sigo parando cada tres o cuatro largos y, a veces, me sigue faltando el aire. No acabo de acostumbrarme del todo a este medio, un poco hostil para mí, acostumbrado a respirar en el aire y cuando quiero.
Las gafas ¡Se empañan!
Sí amigos, así es, era un calvario, cuando llevaba unos minutos nadando las gafas se me empañaban y acababa por no ver casi nada, algo desagradable para los que estamos empezando, que necesitamos ver la línea para saber qué queda y si vamos por el buen camino. Probé otras gafas y me funcionaban un par de días, al tercero se empañaban también.
Afortunadamente existen algunos trucos para evitar esto, que paso a exponer porque a mí me funcionaron y seguro que os pueden servir, sin entrar en detalles físicos del por qué se empañan las gafas:
- Saliva: pues sí, parece que funciona, aplicar nuestra propia saliva al interior de las gafas. Yo no lo he probado, pero dicen que funciona.
- Patata: se lavan las gafas y se le aplica patata en su interior, de forma que quede una pequeña película de patata, que será la que impida el vaho, la condensación. Tampoco lo he probado.
- Toallitas húmedas: de momento es el método que he usado y me va muy bien, además de que así no tengo que limpiar las gafas porque las limpio con la propia toallita. Solo tengo que pasar la toallita por el interior de las gafas y ¡listo! Ya no se empañan. Eso sí, habrá que hacerlo antes de cada sesión, al igual que el resto de «trucos».
- Productos específicos antivaho: venden unos spray específicos para evitar el vaho en las gafas. Pero tienes que comprarlos y, además, limpiar antes las gafas y luego aplicar el spray. No los he probado, veo más práctico el tema de las toallitas, que siempre tenemos por casa.
- Productos de desengrasado: también funcionan los productos que usamos en casa para limpiar los platos, por ejemplo. Se trata de echar unas gotas de cualquiera de estos lavavajillas y mezclarlos con agua, luego pasarlos por el interior de las gafas. Esto lo veo algo engorroso, no lo he probado.
- Gafas antivaho: tengo poca experiencia pero no las aconsejo, con el uso acaban perdiendo esta capacidad y se convierten en gafas normales. os lo comento porque las que me compré indicaban «antivaho» y a la cuarta o quinta sesión de natación se me empezaron a empañar.
Por temas de evitar en la medida de lo posible los productos químicos, me quedo con la saliva o la patata. El resto de cosas dejan residuo químico. En el caso de las toallitas, que es el que he usado por «comodidad», queda la toallita que tienes que tirar a la basura (nunca por el retrete) y, además, dejas el cristal con restos de productos químicos, que con la condensación del agua acaban cayéndote en la cara. Así que lo mejor es usar los métodos «naturales»: saliva o patata.
La gente, el agobio
Uno de los motivos por los que no consigo conger costumbre y aguantar todo el año nadando es la gente. En la época y horario en que apenas había nadadores casi disfrutaba, en una calle solo o con otra persona máximo, que además solía ser la comunitaria Patricia, llegaba a divertirme por momentos. Pero cuando empezó a venir más gente, cuando coincidíamos varios nadadores en una misma calle, la cosa cambió.
Tal vez por mi inexperiencia, tal vez por mi falta de técnica y de confianza, el caso es que sea como fuere sufría cuando había más de una persona en mi misma calle. Y esto empezó a suceder demasiado a menudo.
En estos casos no puedes seguir tu ritmo cómodamente porque el que va detrás, si va a más ritmo, te acaba tocando sin querer, cosa que te desconcentra y, teniendo en cuenta mis limitaciones técnicas, me hacía incluso tragar agua y ponerme nervioso. Otro impedimento es que, como es lógico, me puedo torcer un poco y acabar en medio de la calle en lugar de ir por la cuerda, así que «choque» con el que viene de frente.
Los últimos días no me resultaron gratos por este motivo, supongo que es cuestión de acostumbrarse, aunque a mí no me dio tiempo y ahora expongo por qué: los oídos.
Los tapones, los oídos, los hongos, el fin de la natación
Otro tema que no se suele mencionar y que, para los que tenemos problemas en el oído, suponen la mayor de las molestias e incomodidades de la natación. Os cuento mi caso y mi historia para arrojar un poco de luz sobre el tema.
Primero probé a nadar sin tapones, a la primera brazada tuve que parar porque me entraba agua en el oído y no me salía. Ya había padecido este problema de joven, aunque quise probarme, pero seguía igual: necesito tapones. Opté por unos como los de la foto:
No me resultaron nada cómodos, ese primer día con ellos fue nefasto, me hacían daño en los oídos. Nunca llegué a acostumbrarme a ellos, así que pasé a probar estos otros, los de «cera» de toda la vida, aunque ahora creo que no es cera y es alguna otra cosa:
Me fueron mejor que los otros, pero son incómodos de poner, tienes que ir presionando un poco hasta que cojan la forma del oído. Si no te los colocas bien te puede entrar algo de agua. Y lo que me resultó peor y más molesto, incluso preocupante, es que se me metía muchísimo en el oído. Cuando acababa la sesión y me sacaba los tapones, se había creado un fino hilo que llegaba casi al tímpano. Y lo curioso es que solo los presionaba un poco al principio para que cogieran algo de forma, pero poco. Seguramente con el movimiento del cuello o algo acababan deformándose y penetrando en el oído.
Y llegó el temido momento, lo que más temo de la natación, sin lugar a dudas: problemas con los oídos. Seguramente me entró algo de agua y, como no me salía adecuadamente, acabaron por salirme hongos en los oídos. Me ocurrió, lo recuerdo perfectamente, yendo a la marcha BTT de Bronchales, esa semana había hecho mucha natación y las semanas de antes también. Me dolían los oídos, uno más que otro y me empecé a preocupar.
Nunca había tenido hongos, ni dolor en los oídos, tal vez cuando era joven, hará varias décadas, pero ya no lo recuerdo. El dolor era desagradable y, lo que es peor, los notaba taponados. Cuando se te tapona un oído pierdes un poco el equilibrio, además de que vas medio sordo. Así fue como hice la marcha BTT de Bronchales.
Cuando llegamos de regreso fui a visitar a un profesional, que me miró el oído y me dijo que tenía hongos. Esto fue lo que acabó con mis ganas de hacer natación, esa es la verdad. Aún así no quería coger miedo, no me gusta coger miedo a las cosas, así que investigué sobre el asunto de los tapones y me enteré de que se podían hacer tapones a medida.
Cuando se me pasaron las molestias de los hongos me acerqué a un centro especializado, que me hizo unas mediciones y me puso una pasta en el oído para hacerme unos tapones a medida. Me los hice con la esperanza de recuperar las ganas de volver a nadar sin el miedo de tener problemas en los oídos. Son estos:
He de decir que aún no los he probado, pero sí me los he puesto y no oigo nada, absolutamente nada, del exterior, además de que quedan muy bien ajustados y totalmente adaptados a la forma de tu oído. Pero aún no puedo hablar sobre su resultado real, será en un próximo artículo.
Espero sacar fuerzas y ánimos para retomar la natación, la verdad es que me venía muy bien e iba progresando. Además de que notaba, con un par de meses, mejoría en la espalda.
De vuestro comunitario presidente Alonso.
Buena experiencia la natacion pero aun no me veo nadando , sigo siendo de secano
Tendrás que ir pensándolo como complemento al ciclismo, para fortalecer tu débil espalda.
Da pereza empezar pero es como todo, una vez que empiezas…
Pienso igual que Paquito206, tampoco me veo nadando, a no ser que también empiece a tener problemas de espalda….
Me gusta mucho nadar y sobre todo bucear, pero en verano, y a ser posible en piscinas naturales o pozas con aguas transparentes. Soy incapaz de meterme en un sitio donde no vea el fondo…. no sé cómo se llamará esa fobia? Noveoelfondofobia? Jajajaj….
Muy buen relato amigo Alonso, :good: :good:
Así estamos todos querido comunitario Ray, pero cada día que pasa tengo más claro que la natación es un gran deporte y excelente para fortalecer esa espalda que nos deja tocada la bicicleta.
Tendremos que luchar con esa pereza que da el empezar…
También tengo noveoelfondofobia :yahoo: :yahoo: , cuando voy al mar en cuanto no veo el fondo ¡¡malo!!
Muy buen relato mi querido alonso, una objeción al respecto es que…. te metistes a la piscina porque yo te arrastre conmigo, porque si hubieras ido solo no vas jajjajaja, tenemos que volver a ir y que pruebes tus tapones nuevos esos a medida. :heart: :heart: :heart:
Muchas gracias, es un relato inacabado porque he de hacer el esfuerzo de retomar la natación y probar esos tapones a medida a ver qué tal van.
Cierto es lo que dices, inicié la natación por mi espalda pero principalmente porque me arrastraste :good: :good:
Yo tengo algo de experiencia nadando y por los mismos motivos, por la espalda, aunque llevo muchos meses ya sin ir a la piscina pero no por falta de ganas. Además es un deporte muy saludable, especialmente indicado para los que ya vamos teniendo cierta edad, y un complemento perfecto para la bici, yo lo recomiendo y en mi caso en cuanto pueda volveré a nadar. Por si sirven de algo ahí van unos consejos.
La natación, como la bici, es un deporte que requiere mucha constancia aunque, claro, con sus tiempos y particularidades. No se puede decir que sea tan divertido como la bici y es completamente individual, tienes que ver las ventajas y el disfrute de otra manera.
Las pequeñas incomodidades yo creo que son fácilmente superables, hay que ir a lo que se va.
En cuanto a lo de resbalarse no lo entiendo, las chanchas hay que llevarlas siempre, en el vestuario, en la zona de balsas y en todos lados salvo en el agua. Si no te expones efectivamente a un resbalón o a coger hongos.
En cuanto a las gafas es un problema menor, todas se acabarán empañando mas temprano que tarde pero solo necesitas ver lo justo para no salirte de tu línea, con eso es suficiente. Yo tengo mas problemas porque tengo los ojos algo hundidos y no encuentro ningunas gafas que me ajusten bien, tengo que apretar mucho y me acaba haciendo daño, pero esto aunque es incómodo no me detiene.
En cuanto a los tapones yo tengo el mismo problema pero la última vez que estuve nadando lo resolví de otra manera, sin tapones, sencillamente el gorrito me lo pongo de tal forma que me cubra bien las orejas, y entre eso y presionar con la nariz tapada no he tenido problemas, se ve que se crea una zona de agua que paradójicamente impide que entre el agua. Pero cada uno es un mundo, por supuesto. En mi caso utilizo gorritos del Decathlon de los mas baratos que me funcionan bastante bien.
Yo además tengo el problema del cloro, resulta que soy alérgico al hipoclorito que al menos es el que usan por aquí y tengo que llevar pinzas en la nariz sí o sí, si yo viviera en una gran capital con muchas opciones iría a una piscina en la que no usaran hipoclorito pero por aquí no hay mucho donde elegir.
Por la gente ni te preocupes, tu a lo tuyo. Es verdad que es mejor procurar ir, cuando se pueda, en un horario en que haya calles libres, pero en cualquier caso tu procura ir a lo tuyo y no agobiarte.
Lo que sí te recomiendo de forma importante es que tomes algún curso de técnica básica. La gente se piensa que nadar nada cualquiera, como correr corre cualquiera, o como ir en bici va cualquiera pero otra cosa es hacerlo bien y si vas a tirar millas hay que tener cuidado porque si vas con mala postura te vas a hacer daño, esto tanto en la bici como corriendo pero nadando es especialmente grave porque puedes hacerte daño en la espalda, y se supone que vamos a cuidar de la espalda. Es importante tener un mínimo de técnica y a partir de ahí sin necesidad de ser un campeón olímpico ya puedes ir por libre, pero te insisto que sí, bien con monitor particular bien compartiendo un curso aprende a nadar bien y esfuérzate siempre en nadar con buena técnica porque si desarrollas malos hábitos y posturas te acabarás haciendo daño y además aborrecerás la natación.
Como he dicho antes a mi me gustaría mucho volver a nadar, Dios quiera y lo pueda hacer pronto, veremos.
Espero sirvan de algo estos consejos. Un saludo.
Muy buenos consejos, si señor comunitario @Montaraz. La verdad es que es un deporte que me gustaría practicar pero como bien dices nadar bien no nada cualquiera y yo soy uno de ellos, de hecho yo creo que no se nadar y solo se bucear ya que tengo buena capacidad pulmonar y aguanto bastante tiempo. Si alguna vez me pongo con ello seguiré tus consejos.
Un saludo amigo!
Grandes consejos de los que tomo buena nota querido comunitario @Montaraz.
El que más me va a costar es el de buscar monitor, pero en fin, lo iré viendo.
Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros, nos ayuda bastante. :good: :good:
puff lo malo de ser mas de secano que las oliveras y los conejos para mi las piscinas solo en verano y cuando el agua esta calentiiiiccaaaa
jajajaja yo también me declaro de secano, la piscina me da mucha pereza, pero he de volver por mi salud :wacko: :wacko:
Buena crónica Alonso, me ha gustado el recreo que le has dado para dos largos….. es broma, jejejeje. Para mí es uno de los deportes más completos de los que conozco :yes: . Lo de ser autodidacta en ocasiones puede estar bien, pero un profesional es un profesional, lo que hay que perder es la vergüenza de ser novato y lo que puedan pensar, todos lo hemos sido al principio, lo de aprender estamos acostumbrados cuando somos más jóvenes, parece que los adultos tenemos que saber hacer eso, pues no… . En fin Alonso tienes que probar esos tapones nuevos, seguro que son mágicos y difuminan esos pequeños inconvenientes para disfrutar de la natación.
Así es comunitario Pedro, para dos largos la que he liado :yahoo: :yahoo: :yahoo: :yahoo: .
Tienes razón, aunque siempre he sido autodidacta para prácticamente todo, no me veo con monitor pero tendré que pensarlo bien…
Y debo retomar la natación, es una pena no haber probado esos tapones a medida y es una pena mayor para mi espalda, a ver si me animo :good: :good: .
Totalmente de acuerdo contigo Alonso con respecto a los medicos porque yo llevo mas de un año con la espalda y lo que dices te atiborran a tratamientos antiinflamatorios sin llegar al meollo del asunto y si te mandan al fisio como fue mi caso ejercicios tres meses y seguia igual , me tenia que volver a ver medico fisioterapeuta y ni me imformaron para ir ,voy a los 8 meses despues del tratamiento de ejercicios y la fisio nueva me dice que porque no me han visto antes y yo acuadros en la consulta y a optado por hacerme una resonancia de la cual estoy a la espera..y bueno para colmo tambien tengo una piedra en el riñon,que yo mas bien creo que de hay me vienen los dolores o que se yo??? la cuestion que me van ha hacer una litotricia en breve mandada por el urologo vamos que tengo entretenimiento para rato…..sobre el tema de la natación yo aqui en Benidorm en verano me hecho unos largos en la playa y de verdad ese verano mano de santo , luego se debería alternar con piscina en invierno y es el ejercicio mas completo que podemos realizar y relajante 100×100 ……tomatelo con calma y sin preocupación, relajate y disfruta de la natación saludos :good: :good:
Así es comunitario Fernando, lo de los médicos lo tengo clarísimo y me da hasta pena por el futuro que nos espera pues veo que va a peor.
Ánimo querido comunitario con esos problemas de salud, como siempre digo la salud es lo más importante y la base para estar bien, así que cuídate mucho.
La natación es mano de santo, no tengo duda, pero en piscina y con algo de agobio me da mucha pereza, tendré que hacer un esfuerzo.
Yo os cuento cómo siempre mi humilde opinión… jajajaja
La piscina no me gusta nada nada nada y eso q yo la tengo gratis en mi casa ( piscina comunitaria )
Como ya sabéis yo conozco de cerca a los médicos y si q es cierto q el 75% solo se dedican a recetar x q en ello va sus vacaciones,comidas etc..pagadas x las grandes farmacéuticas, eso lo se x q lo veo y x tb tengo amigos q son visitadores médicos( comerciales) q trabajan para esas farmacéuticas…( Una mafia )
No me voy a enrollar x q podía escribir un libro jajajaja
Alonso…a mí me pasaba como a ti..he echo cursillos etc..y aún así no me gusta nadar..me gusta darme mis baños en la playa etc…pero hacer largos x hacer como q no..y menos en un sitio encerrado como la piscina…
Mi consejo..y no es x desanimarte…
Una buena rehabilitación..x tu cuenta…
Hacer ejercicios para fortalecer la espalda al levantarte 1 h y al acostarte otra 1 h
Esto dicho x un especialista en rehabilitación de mi trabajo ( el jefe de la unidad de rehabilitación ) y me dijo q tienes q crear tu propia faja muscular y esa la haces con esos ejercicios el día a día…y pasa del agua si no te gusta .. q no te coman la cabeza…q hay más alternativas a la piscina…
Un saludo y ya me dirás.. seguro q se me olvida algo jajajaja
Totalmente de acuerdo contigo comunitario Jose mari, al 100%, tanto sobre los medicamentos, farmacéuticos y médicos como sobre la piscina, a mí no acaba de gustarme, es cierto que cuando llevaba seis o nueve sesiones empezaba a encontrarme medio bien, pero siempre tenía un punto de padecimiento, sobre todo por el tema de ponerme «nervioso», el hecho de no poder respirar cuando quiero, eso me agobia, acostumbrado al aire donde respiras a tu antojo.
Es cierto que fortaleciendo la espalda con ejercicios, creando esa faja muscular, no es tan necesaria la piscina, pero la piscina te da otros «beneficios», es un deporte bastante completo y no solo para la espalda. :mail:
Tranquilo que tus palabras no me quitan las ganas de ir a la piscina, ya las tengo débiles desde hace tiempo, esos hongos en los oídos me desanimaron mucho. Pero no me gusta dejar las cosas a medio y, al menos, debo probar esos tapones a medida y ver si soy capaz de nadar sin «padecer». :yes:
Gracias por tu consejo, que es muy bien recibido. :good: :good:
El relato de la experiencia me parece positivo, Alonso. Quitando que mas que ir a la piscina, te empujaron a ella. Sobre las gafas, yo uso un spray de Cressi y no hacen vaho las gafas. Sobre los hongos, lo suyo es usar polvos/spray para los pies y secar muy bien cada parte del cuerpo tras la ducha.
En cierta medida, me ha servido de inspiración dado que vuelvo a retomar la actividad física, y para quitar los primeros kilos, la piscina es lo mejor, dado que es lo menos traumático posible (desde el punto de vista físico, del psicológico no hablamos).
A seguir con la actividad, que nos dará pie a Triathlones y cosas así ;)
Despedirme no sin antes hacer mención a Patricia y a Paquito 206, con los que río un montón en los vídeos. Hay que hacer una quedada para nadar en piscina y grabarlo :yahoo:
Saludos CordialeS!
Así es comunitario Paco, si analizo bien mis sensaciones y soy honesto al final resultaba positivo y hasta gratificante, saber que puedes nadar unos largos cuando hace unos meses no era capaz ni de nadar 10 metros (y no exagero) siempre es gratificante.
Reconozco que el agua no es mi medio, me desenvuelvo muy bien en tierra, pero eso no quiere decir que tenga que abandonar, al contrario, tengo que mentalizarme y retomar la natación.
Lo de la grabación en la piscina, es una pena, pero ya intentamos hacer vídeo de mis inicios, solo que resultó imposible, no encontramos piscina en la que nos dejen grabar, a lo sumo nos dejaban si se daba el caso de que no hubiera nadie y, aún así, era un fastidio porque siempre venía alguien. Pero no descartamos volver a intentarlo :yahoo: :yahoo: .
Saludos comunitario Paco.
Alonso te dejo la de mi comunidad..
Eso si te tienes q venir hasta Cantabria…
Hoy en día tienes muchas tablas de ejercicios para la espalda en internet…
Hace falta constancia…
Yo soy como los gatos me gusta el agua pero para hacer actividades como piragüismo pescar etc…pero nadar x nadar…no me convence jajajaja
Animooooo y para tirar la toalla siempre hay tiempo… jajajaja