Hola amigos de Comunidad Biker MTB, soy el comunitario Juan Caride y os voy a relatar mi experiencia sobre lo que se convirtió, en mi gran reto, LA MORTAL 2.0 de Comunidad Biker MTB. Este reto consistiría en la coronación de 4 picos: Sierra de la Pila, Almeces de Ricote, Antena del Relojero y Antena del Embalse de Santomera. Todo ello supondría unos 200 km y unos 5.000 m de desnivel acumulado.

Llegó el día 9 de octubre de 2016, día del evento. Me despierto a las 06.00h y me dispongo a desayunar, un café con leche y una napolitana sería suficiente, pues desde días anteriores, los hidratos de carbono formaban parte de mi vida.

Llegué a la Sede a las 07.00h y me reuní con mis compañeros, podía percibir nerviosismo y miedo en el ambiente, pues estaba a punto de comenzar una locura que no sabíamos cómo terminaría.

He de confesar que estaba muy tranquilo y relajado, pues jamás me marqué como objetivo terminar aquella barbaridad, tenía muy claro que subiría al Pico de La Pila y me daría la vuelta cuando mi cuerpo se quedara sin fuerzas.

Son las 07:21h, es de noche y comenzamos a rodar guiados por Paquito206 (Paquito El Eufórico a partir de ahora). Todos en silencio rodamos con nuestras bicicletas, por nuestras cabezas pasaban muchas cosas, yo tenía dos cosas claras: dosificar y abandonar cuando no pudiera más.

Pasamos el municipio de Fortuna y comienzan los primeros puertos, los afronto con normalidad mientras voy charlando con Alonso, Óscar y Luis, pues el resto de comunitarios van por delante, guiados por Paquito206 (Paquito El Eufórico a partir de ahora).

Nos adentramos en la maravillosa Sierra de La Pila y mientras íbamos ascendiendo, el comunitario Óscar se tiró un pedo, dejándole las cejas rubias al ciclista que iba detrás e incluso creo que hasta le partió el cuadro de la bicicleta.

Llegamos a la parte más dura de La Sierra de La Pila, los dos últimos kilómetros que nos llevarían hasta la famosa bola. Le eché valor y coroné.

Una vez arriba, aprovechamos para beber y comer algo, aunque ya llevábamos 3 horas y 1.300 metros de desnivel acumulado, esto solo acababa de comenzar. Me Comunitario Juan Caride coronando la Pila en la Mortal 2.0encontraba muy bien de fuerzas y eso me dio una tremenda motivación para buscar mi próximo objetivo: Los Almeces de Ricote.

Dejamos atrás La Hoya del Campo, Abarán, Blanca y comenzaban las primeras cuestas que nos adentraban en la Sierra de Ricote. Más adelante se encontraban los comunitarios Antonio Manuel y Luis, guiados por Paquito206 (Paquito El Eufórico a partir de ahora).

Acompañado del Presidente Alonso, afronté las dos primeras rampas durísimas, empiezo a quedarme sin fuerzas y le digo que tire para arriba y ya nos veríamos en la cima (no lo tenía muy claro). Continué subiendo en soledad sin apenas avanzar.

Me encontraba sólo y aún me quedaba 1 hora y media de subida en soledad, las fuerzas ya no eran las mismas, me vine abajo mentalmente preguntándome a mí mismo: ¿Qué necesidad hay de esto? ¿Por qué se me ocurrirá hacer estas mierdas? ¿Qué consigo con esto?

Cometí el grave error de dejar que el pesimismo y la negatividad se apoderaran de mí y sabía que, o cambiaba eso o mi reto terminaría en ese mismo instante.

Fue en ese momento cuando me vinieron a la mente cuatro personas que estarían conmigo de corazón y de pensamiento: Patricia Carmona, Laura, Kronxito y Natalia, que aunque probablemente no tuvieran muchas esperanzas en que pudiera terminar el reto, era consciente de que me estaban apoyando incondicionalmente. Gracias a esas cuatro personas me vine arriba y empecé a pedalear como si no hubiera un mañana. El segundo  de los cuatro objetivos de la ruta me esperaba.

A lo lejos pude observar a mis compañeros Alonso y Antonio Manuel que me estaban esperando. Eso me motivó aún más y juntos afrontamos los últimos 2 kilómetros que nos faltaban para llegar a las malditas antenas.

¡No me lo podía creer! Había coronado las antenas de Los Almeces de Ricote. Todo el pensamiento negativo había desaparecido, volvía a estar motivado y mi cabeza solo pensaba en el tecer objetivo del reto: Las Antenas del Relojero.

Con 100 km recorridos, 7 horas y 3.000 metros de desnivel acumulado, continuábamos nuestra Mortal, haciendo una parada muy breve en Ceutí, para “malcomer” y descansar. Una vez finalizado el descanso, seguimos nuestra marcha a falta de unos 50 km para lograr nuestro tercer objetivo del reto.

Llegan los problemas físicos, la rodilla derecha empieza a darme problemas importantes, el cuerpo es sabio y avisa, estaba forzando demasiado pero procuro no pensar demasiado en ello, la mente es traicionera y ese día parece que cabeza y cuerpo se estaban retando. Juan luchaba contra Juan.

Llegando a Torres de Cotillas y al ser conocedor de la zona, me pongo en cabeza para guiar a mis compañeros y al pasar por Alcantarilla, me enfrento a otra dura prueba: luchar contra las malas tentaciones. A unos 500 metros estaba divisando mi casa y solo tenía ganas de abandonar, aún nos quedaban unos 70 km de ruta y dos picos por coronar. Mis compañeros me animaron y seguimos avanzando en esta hazaña de locos.Comunitario Juan Caride por Cañada Gil en la Mortal 2.0Adentrándonos en el Valle, se incrementa el dolor de rodilla, dudando incluso de mi continuidad en la ruta, pues a parte de eso, sufría dolor de espalda y muñecas y mucho cansancio acumulado. Gracias al comunitario Antonio Manuel, que me dio unos sobres de paracetamol, pude emprender el ascenso hacia las antenas del Relojero.

Aunque me conozco cada rincón de esta subida, no vale para nada, cuando llevas tanto esfuerzo y pocas fuerzas, de nada sirve, y se vuelve en tu contra. Sigo avanzando como puedo y vuelven a aparecer las desmotivaciones. Me vuelven a venir a la mente estas cuatro personas mencionadas anteriormente y saco fuerzas de donde no las hay, para seguir avanzando.

Me encontraba en los últimos 500 metros que me llevarían a logar mi tercer objetivo. Desde arriba mis compañeros me gritaban dándome ánimos ¡No me lo podía creer! Estaba apunto de lograr el tercer objetivo de mi gran reto y lo logré ¡Qué subidón! Apenas me encontraba a 50 km de completar LA MORTAL 2.0. Seguimos la marcha hacia Santomera, tocaban unos kilometros de llaneo, aún así, mis piernas poco podían hacer ya, advierto a mis compañeros de que bajen el ritmo o no llegaría y así hicieron.

Con un dolor de culo impresionante, nos adentramos en Coto Cuadros para empezar a realizar el ascenso del último pico de la ruta. Las antenas del Embalse de Santomera ¡Lo logramos! Habíamos superado los cuatro objetivos de la ruta. Muy contento por ello, sabía que todavía teníamos que regresar a Molina y no sería tarea fácil, pues el cansancio que llevaba encima era tremendo, incluso me dolían los descensos.

Ya de regreso, iba pedaleando como podía, mi carácter cambió por completo, maldiciendo a todo lo que se movía y expulsando por mi boca todo tipo de palabras malsonantes y, por fin, llegamos a Molina de Segura  y terminamos la locura de LA MORTAL 2.0.

¡Quien me lo iba a decir a mí! Ha sido mucho sufrimiento, una lucha constante contra uno mismo, pero con esfuerzo y paciencia, todo se consigue.

Quiero agradecer de todo corazón al resto de locos que participaron conmigo en esta hazaña, por animarme para no abandonar. Tambien quiero agradecer a esas cuatro personas, por su compañía a traves de corazón y mente y como no, un agradecimiento especial, a mi amigo Alonso, que estuvo conmigo animando y acompañándome en los duros momentos de esa aventura y por tener tanta paciencia cuando iba maldiciendo a todo lo que se me movía.

No sé si algún día volveré a hacer una locura de este tipo, pero lo que sí sé, es que jamás me olvidaré del 9 de octubre de 2016, día en que luché contra mi mismo y gané la batalla.

Saludos de vuestro comunitario Juan Caride

  • Fotos de la Mortal 2.0:

Crónica Mortal 2.0 Comunidad Biker Pico Pila Pico Ricote Pico Relojero Pico Embalse Santomera