Hola amigos comunitarios: tenía pensado hacer una crónica en un tono algo más festivo de mis impresiones sobre la Tabernas Desert, pero lo cierto es que no tengo mucho que celebar, por lo que intentaré ser ecuánime y justo con el evento.

La marcha comenzó en la tarde del viernes frente a la sede de la Comunidad, lugar donde nos reunimos los comunitarios Alonso, Paquito, Antonio Manuel, Jesús, Krontxito y yo mismo, para cargar los coches y salir rumbo a Tabernas. En este viaje, de unas dos horas de duración, se notaba una tensión impropia de ciclistas ya «rodados», claramente el más flojo del grupo era yo, no es ningún secreto puesto que ésta era mi quinta marcha, pero todos estábamos algo nerviosos, sabíamos que lo que nos esperaba al día siguiente iba a ser duro.

Llegamos a Tabernas y nos acercamos al pabellón, recogimos la bolsa de participante, que incluía un maillot (muy chulo, al César lo que es del César, con cremallera en un minibolsillo trasero), un sobrecito de crema de masaje deportivo, un sobrecito de colágeno y ácido hialurónico, un par de folletos y un brick de caldo de pollo Aneto.

Saludamos a algunas personas e intentamos quedar con Anica para cenar, pero no pudimos coordinarnos, y nos fuimos a un restaurante de carretera rollito Yanki llamado «Route 66», donde tras inundarle los baños (presuntamente) y jugar una partida de billar, nos dimos un homenaje a base de hamburguesones de buey, costillar, brochetas y ensalada, que no queremos engordar ;-)

Tras la cena nos dirigimos al hostal, repartimos las habitaciones y como no podía ser de otro modo cuando cuatro personas comparten dormitorio, nos echamos un buen rato entre contarnos batallitas y planificar el día siguiente.

Amanecimos a las 6:30, nos vestimos de corto abajo y térmica arriba y nos fuimos a desayunar. Mi coche tenía una capa de hielo digna de un partido de hockey… la verdad es que en ese momento no me encontraba muy bien de ánimos, y así lo publiqué en facebook… en fin, yo me metí en esto así que ya saldré, pensé, y arrancamos para Tabernas.

Llegamos con el tiempo justo para preparar las bicis, aliviar necesidades fisiológicas básicas que se intensifican con el frío y dirigirnos a la salida, nos situamos en la parte de atrás y a los pocos minutos arrancamos.

El ambiente era muy festivo, aunque la salida era demasiado lenta para mi gusto, las matemáticas dicen que si tienes que hacer 141 km en 10 horas tu velocidad media tiene que ser de 14,1 Km/h, y en los primeros km no la alcanzábamos ni de lejos.

Me dejé ir tras Alonso, tiene mejor ritmo que yo y me pareció una gran liebre, y así circulé los primeros km. La pista que cogimos me resultó muy divertida, con algún que otro saltito que disfruté y alguna curva rápida en bajada que me gustó. En esas estaba cuando recordé que no me había tomado la LCarnitina que mostramos en el vídeo… qué influencia tiene eso sobre mí, pues probablemente ninguna, pero ya tenía algo en lo que pensar durante los siguientes km.

Cogimos una rambla, no me gustan nada, fue corta, pero había una zanja y hubo que bajarse de la bici. Empezamos a subir por un camino y se formó un tapón, me tuve que bajar y al llegar a la cima pensé que podría rodar, era un tobogán precioso, de esos en los que te pones a toda leche y coges impulso para el siguiente repecho, pero no, los dos que llevaba delante decidieron bajar a pie, y yo bajé tras ellos haciendo equilibrio, en fin, cosas que pasan.

Seguimos rodando alternando pista y rambla hasta el km 22 en donde estaba el primer avituallamiento… solo había agua por lo que decidí no parar y empezar la primera gran subida del día. No era demasiado inclinada, se llevaba bien, pero no quería forzar puesto que aún quedaba muchísima ruta por delante y además no sabía cuan larga iba a ser la subida. Iba controlando a Alonso en la distancia, en función del tramo de subida, las curvas, mantuve una distancia con él de entre 50 y 200 metros toda la subida, y como la verdad, me estaba aburriendo bastante y estaba preocupado por el ritmo, empecé a charlar con otros corredores para juntarme con algún grupo que ya hubiese hecho la marcha y que a poder ser también tuviese la intención de hacer el recorrido largo.

Llegamos a la parte alta de la subida, habían sido 18 km si mal no recuerdo, lo que se traduce en un par de horas largas de subida constante para ascender 1.000 metros de una sola tacada. La verdad es que no me sentía mal, aunque tenía las piernas algo más fatigadas de lo que esperaba. Inicié el descenso para llegar al km 42, donde estaba el segundo avituallamiento, si el anterior era una M…, este estaba muy muy bien, tanto en cantidad como en variedad de productos. Hago un inciso en este punto, mi crítica al primer avituallamiento se reduce a una cuestión muy sencilla, en cualquier marcha de 40 a 50 km tienes un avituallamiento decente en medio, aquí tuvimos que esperar al km 42, si bien es cierto que todos llevábamos comida encima, me parece un poquito largo, básicamente nos habíamos metido una ruta completa sin asistencia. Dicho esto, prosigo.

En el momento que retomé la bajada hacía un frío de mil demonios, me dolían los pies, las rodillas, los dedos de las manos y, sobre todo, las orejas, por lo que tras recorrer apenas 1 km me volví a parar, y aquí pagué las consecuencias de mi exceso de orden: con la idea de compactar mi equipo al máximo, antes de salir de casa cogí mi cortavientos y lo prensé todo lo que pude para cerrarlo con bridas y que ocupase lo menos posible en mi chaqueta… y lo logré, pero no tenía nada con que cortar las bridas, por lo que me pasé los cinco siguientes minutos acordándome de todo el santoral mientras rompía las p. bridas a modiscos, en fin, me puse el cortavientos, me subí la braga todo lo que pude para tapar nariz y orejas y me volví a lanzar cuesta abajo con la idea de recuperar tiempo e intentar contactar nuevamente con Alonso. Pero me costó coger ritmo en la bajada, llevaba un neumático delantero nuevo y no me fiaba demasiado, a toro pasado he de decir que funcionó muy bien, fui cogiendo ritmo hasta rodar a 49 km/h y alcancé al todoterreno de rescate de Protección Civil, y digo alcancé, puesto que cuando los alcancé, la inmensa nube de polvo que levantaban me impedía pasarlos hasta que llegó un momento en que no veía ni mi rueda delantera, pero además, al ver que me acercaba aceleraron, levantando más polvo, y yo rodando más rápido y… en fin… un desastre, estaba helado, descolgado del grupo y lleno de polvo hasta el más recóndito rincón de mi cuerpo.

Al llegar a la parte baja, el todoterreno se apartó, que yo pensé: ahora os apartáis cab… en fin, iba bastante bajito de moral en ese momento pero me ayudaba pensar que ahora cogería una pista a modo de enlace del primer pico al segundo, nada más lejos de la realidad. De repente me vi metido en una rambla interminable, la bicicleta se enterraba, se cruzaba, no sabía cómo afrontarla, plato grande piñón pequeño, y no era capaz de empujar, plato pequeño piñón grande, cavaba una zanja y me quedaba y de repente sucedió lo inevitable, me quedé clavado y me caí al suelo. Para ser justos hay que decir que fue la caída más leve desde que monto en bici, el suelo tenía tal capa de arena que me amortiguó perfectamente. Seguí rodando unos metros y noté que me estaba quedando sin fuerzas, me estaba mareando, traducido: me vino la pájara, o el tío del mazo, o me picó el pollo… dejé la bici, me senté, bebí y me dije… ¿qué hacemos? Cogí el gps, en la primera pantalla llevaba cuatro datos: la frecuencia cardíaca que iba bastante bien, la velocidad media que iba mal, no llegaba a los 14,1 km/h, la distancia, que tampoco iba bien puesto que estaba en el km 53, y el tiempo que como consecuencia de lo anterior tampoco iba bien. Eché cuentas y ya vi que no iba a poder llegar al checkpoint a tiempo, por lo que de intentarlo, tendría que hacer 20 km hasta allí, para que me descalificasen, y otros tantos como mínimo desde que me descalificasen hasta la meta, por si quedaba alguna duda, cuando me quise incorporar empecé a notar calambres en las piernas, me volví a sentar y comencé a estirar, cogí el móvil y como lo prometido es deuda llamé a mi esposa: – Cris, estoy en el km 53, hasta aquí he llegado, me voy a desviar a la ruta corta, en 10 km termino…

Salí poco a poco de la rambla, cabreado, frustrado y me encontré con un par de toboganes seguidos de sus correspondientes repechos, forcé el cambio al máximo para subir todos los piñones y bajar los platos de una vez: cuando haces el idiota te suceden estupideces… se me salió la cadena por la parte alta del casete y quedó atrancada entre el 42 y los radios, me las ví y me las deseé para desatascarlo y cuando por fin lo logré, mi bici ya no cogía el 42, lo cierto es que ya no iba a necesitarlo, pero redondeó mi día igualmente.

Llegué a la meta tras 5 horas y cuarto y 63 km, con un desnivel de 1.700 m, escuche el «987 out», sabía que estaba descalificado, estaba física y anímicamente hecho polvo y me fuí a la ducha, esperaba que una ducha caliente me alegrase el día… Pero la ducha estaba gélida, venga no me jod…!!!

Me fuí a comer: un par de bocatas y un plato de pasta, todo aderezado con una cerveza y una cocacola mientras escuchaba remezclas del Aserejé, el Gangman Style y otros «temazos maquineros». Voy a tener que entrenar mucho y muy duro para poder afrontar este reto de nuevo, pero se ha quedado en mi lista de tareas pendientes junto a la Sabina Albar de 2016 (que acabé a duras penas).

Hasta aquí, la valoración estricta de mi participación, no voy a entrar a valorar otros aspectos como lo ocurrido en el km 90, ya que yo no lo viví y no sería justo, pues a fin de cuentas con quien estoy enfadado es conmigo mismo, pero la marcha adoleció de fallos organizativos (tiempos, distancias, recorrido), que no son de recibo cuando se vende con tanto bombo, platillo y fanfarria.

Lo mejor de la marcha, sin duda, la experiencia aderezada con la buena compañía, me he reído de lo lindo con todos los compañeros.

Por eso de que una imagen vale más que mil palabras, sirva la foto de la portada para describir mi estado al final de la prueba. Lo dicho gente, a seguir para delante y otra vez será, a cabezón pocos me ganan.

De vuestro comunitario GsuVD.

  • Fotos de la marcha BTT Ultramaratón: