Hola amigos de Comunidad Biker MTB, soy la comunitaria Natalia y será un placer relataros lo acontecido en esta bonita tarde de Viernes 2 de Septiembre de 2016.

Iniciamos la ruta hoy oficialmente desde el puente del Inacua, lugar donde nos reuniríamos tanto los comunitarios de Molina como los de Murcia y alrededores (como habréis podido observar, nuestra querida cúpula se encuentra de vacaciones). Allí nos reuníamos los comunitarios Marieta, Juan Caride, Luis, Clemente, Chules, Matías, Samuel, Aurelio, David, Pedro, Antonio, Iván y una servidora (si me dejo a alguien que me perdone, soy más despistada que una cabra en un garaje).

Antes de comenzar la ruta, nos encontrábamos con una maravillosa sorpresa. Los comunitarios Álvaro y Laura, los cuales iban a salir por su cuenta un poco antes por problemas de horarios, aparecían por allí para acompañarnos hasta donde el tiempo les dejara. Sin duda una enorme alegría para todo el grupo poder disfrutar de su compañía durante un ratito de la tarde.

Tras los correspondientes saludos, arrancábamos la ruta a eso de las 17:40 dirección Vía Amable y Camino del Salabosque, donde enganchamos con la Costera Sur rumbo a San José de la Vega.

Poco antes de iniciar la subida, realizamos la primera parada para que Laura y Álvaro pudieran comprar agua. Algunos comunitarios aprovecharon para tomarse unos refrescos, pues la verdad sea dicha, a las 17:30 en estas fechas en Murcia, está cayendo una solanera algo complicada de soportar… Pocos minutos después retomamos nuestra ruta iniciando la primera parte de la subida a la Cresta del Gallo hasta el cruce. En esta primera parte se incorpora el comunitario Pablo, el cual había avisado de su imposibilidad para llegar puntual al punto de inicio. Al llegar al cruce, giramos a la izquierda e iniciamos el camino de la Tana o Los Forestales. Se trata de una subida nada técnica de unos 6 kms, con unas vistas preciosas, pero con unas rampas en la primera parte bastante inclinadas que se pueden pegar bien al lomo, sobre todo si no vas preparado mentalmente.

Cada comunitario va subiendo al ritmo que buenamente puede, y por detrás nos quedamos chalando tranquilamente y a ritmo sosegado Juan, Marieta y yo. En esta primera parte me despisto unos segundos y observo que Juan y Marieta no me siguen. Me paro para esperar a enganchar con ellos pero los minutos pasan y no los veo aparecer. En este momento me encuentro con el comunitario Anto, el cual había subido ya la Tana y descendía para ver por qué no subíamos. Decidimos bajar un poco a ver qué pasaba y nos encontramos al comunitario Juan, que nos comenta que nuestra preciosa Marieta ha decidido abandonar la ruta. La chiquilla, que se encuentra de vacaciones, no había descansado bien la noche anterior y se notaba muy cansada. Como digo, esta primera parte de la Tana es bastante durilla a nivel físico y si vas un poco tocado, se te puede pegar bien. A partir de aquí seguimos subiendo Juan, Anto y yo para reencontrarnos arriba con el resto de comunitarios que nos estarían esperando. Por el camino nos encontramos a algunos comunitarios como Clemente o Pablo que bajaban en nuestra búsqueda para ver qué pasaba. Clemente y Juan se quedan un poco retrasados grabando a una pequeña culebra que se encuentran por el camino.

Finalmente llegamos al cruce de los Forestales con el Relojero, donde nos estaban esperando el resto de comunitarios. En este punto paramos un ratito a tomar un trago de agua, charlar y echarnos unas risas. Aprovechamos para comentar un vídeo muy gracioso que nuestra Laura subió a su blog de Lauris Team, donde hacía una ruta muy divertida con su chico Álvaro. El vídeo se llama “Cuando montando en bicicleta, ella se pierde y le echa la culpa a él”.

En este punto despedimos a nuestros comunitarios Laura y Álvaro, pues llevaban mucha prisa, y emprendemos la subida hacia el Relojero. A mitad de camino paramos en el mirador a echarnos unas fotos rápidas aprovechando el bonito paisaje y continuamos hasta llegar a la zona de los plátanos en el Relojero. Este punto es el lugar típico donde solemos parar siempre a merendar, echar un trago de agua y echarnos unas fotos de grupo.

Tras la parada reglamentaria, iniciamos el descenso por el Sequén. A mitad de la bajada, la mayoría de los comunitarios deciden tomar un pequeño atajo por una senda un poco más técnica que la pista ancha del Sequén. En este punto tenemos un pequeño susto. El comunitario Pedro se descuida y sufre una caída en esta senda. Nada grave por suerte, tras lo cual volvemos a emprender la bajada por el Sequén viejo.

Al llegar al final nos reagrupamos todos y aprovechamos para arreglar un pequeño pinchazo en la rueda trasera del comunitario Iván, charlar y grabar algún vídeo de la cruda realidad.

Aquí nos despedimos de los comunitarios David, Pedro, Antonio, Iván y Pablo y el resto aprovechamos la buena temperatura que se ha quedado y la bonita tarde que hace para tomarnos un refrigerio en el Restaurante La Balsa que hay en el Valle. Sin duda este es uno de los mejores momentos de la tarde, donde charlamos amigablemente, hablamos de nuestras vidas y evidenciamos que Comunidad Biker MTB es algo más que un grupo de ciclistas de montaña: es un grupo de amigos. Hemos de agradecer de corazón al comunitario Anto por invitarnos a este refrigerio post ruta. Ha sido todo un detallazo por su parte que el resto de comunitarios hemos agradecido mucho. Una vez más, aquí se demuestra el valor humano de nuestros comunitarios y la complicidad que vamos cogiendo en el poco tiempo que nos conocemos algunos.

Se estaba haciendo ya de noche, así que decidimos encender nuestros focos y emprender el camino de regreso a casa. En este momento el comunitario Juan se echa unas risas a mi costa, pues en un pequeño despiste he colocado mal el foco, orientando la luz hacia el lado contrario cual si de un paso de Semana Santa se tratara. Como nuestro querido Juan (presidente en funciones esta semana) no desaprovecha una, pues ha sacado del despiste unos segundos de vídeo extra.

Hemos emprendido el regreso a casa por el mismo sitio de la vuelta, es decir, Camino de Salabosque y Vía Amable hasta el Barrio del Carmen y aquí me he despedido de mis queridos comunitarios, a muchos de los cuales aún les quedarían unos cuantos kilómetros más hasta llegar a Molina.

Esto ha sido todo (o casi todo) lo ocurrido en la tarde de hoy. Otra estupenda ruta rodeada de una gente maravillosa que demuestra que el compañerismo está siempre por encima de cualquier tiempo o marca.

Saludos de vuestra comunitaria Natalia.