Estimados comunitarios, viernes día 6 de enero del año 2017, día de Reyes y como regalo ¿qué mejor que una ruta de ciclismo de montaña por parajes idílicos? Pues manos a la obra, los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Guillermo de Ciclopasión y Victorio acometen una ruta de ciclismo de montaña, por la mañana, hacia la sierra de Ricote, para visitar los senderos de la Madera y el Aguilucho.

La mañana se presentaba muy fría y así fue, el día estaba encapotado, el sol sólo se veía a lo lejos y mostrando algunos rayos tímidos. Así que rodamos con guantes largos (todos menos la comunitaria Patricia) y de largo tanto arriba como abajo. Salimos desde la sede de la Comunidad en Molina de Segura y nos dirigimos hacia el trasvase y la sierra del Marqués (también conocida como Ingeniero). Sin llegar a sus faldas, girando a la derecha, rodamos por carretera hasta llegar a Archena y cruzar por la orilla del río Segura hasta Ulea, el Salto de la Novia y Ojós.

Emprendimos los 2km de subida hasta el pueblo de Ricote y, sin parar, continuamos hacia la sierra. Antes de llegar a la entrada al camino forestal de los Almeces, el comunitario Victorio decide acortar la ruta dado que tenía prisa y sabía que lo que íbamos a hacer nos costaría varias horas. Lo despedimos y continuamos la ruta el resto de comunitarios.

Continuamos subiendo por el camino forestal de Los Almeces, que no es una subida exigente pero siempre costante y hacia arriba, ya con un poco de cansancio dado que desde que dejamos la orilla del río Segura empezamos a subir, por lo que andábamos por los 6km de subida.

Charlando y cogiendo calor gracias al esfuerzo del ascenso llegamos a la entrada a la senda de la Madera, que cogimos, al principio de bajada y luego de subida. Por un sendero espectacular, que siempre nos deja maravillados, con unas vistas de la montaña impresionantes. Este sendero, el de la Madera, va subiendo un poco, en la ladera de la montaña, con barranco a un lado. Un sendero bien formado con su mota y de medio metro de ancho, por el que se puede circular con la bici sin problemas. Eso sí, siempre concentrados para no perder el equilibrio con alguna piedra y caer hacia el barranco, pero nada peligroso si se anda con cautela.

Paramos en la parte más alta, en la «aguja», donde el camino está horadado entre dos grandes piedras, en la parte del Collado Linuesa. Allí las vistas alcanzan su máximo esplendor, al divisarse las dos partes de la montaña. Almorzamos pan de higo con chocolate, roscón de reyes casero de mi madre, plátanos y alguna barrita energética. Nos echamos unas cuantas fotos y continuamos con nuestra aventura.

Toca bajada o descenso, un poco más peligroso que la subida, la misma senda pero con más velocidad, también con barranco a un lado. Es perfectamente ciclable pero con alguna que otra piedra, por lo que hay que andar con todos los ojos puestos en el camino. Apenas tiene inclinación por lo que no se puede considerar técnica. Levantamos la vista de vez en cuando y nos quedamos sin respiración al ver el estupendo paisaje montañoso.

Cuando entramos en la parte de umbría donde no da el sol y apenas hay luz el comunitario Paquito206 nos brinda unos minutos de entretenimiento gracias a sus canciones y a las poesías que nos recita, compuestas por él mismo. Llegamos a la parte final de la senda y cogemos el camino, donde acaba la bajada y empezamos a subir suavemente.

El camino nos aleja un poco de la montaña y nos acerca a un caserío, pero pronto cogemos una senda, a la izquierda, que nos vuelve a adentrar en la montaña. Senda de subida, no muy exigente pero subimos y subimos un par de kilómetros hasta aparecer en el cruce que sube a las antenas de Ricote, a lo que se conoce como «Almeces». No era esta nuestra idea inicial, no sabíamos muy bien cómo acabamos allí, nuetra idea era salir más adelante, pero así nos vino bien para descubrir un sendero que habíamos visto de lejos otras veces pero no sabíamos dónde acababa ni si era ciclable, ahora lo sabemos.

Nos costó un poco subir por esta senda, con el cansancio acumulado, el frío y con las piedras que tiene, pero es una senda ciclable y con pendientes relativamente suaves, del orden del 8%. Un «atajo» nuevo que hemos descubierto para ir del cruce de los Almeces hacia la senda de la Madera.

Cogimos el camino forestal y fuimos dirección la senda del Aguilucho. Este sendero se coge al bajar por el camino del desprendimiento, a la izquierda, justo antes del cruce que baja al desprendimiento. Afrontamos la entrada a la senda, que es un poco técnica dado que está en la misma cuneta del camino y empezamos a subir unos 200 metros hasta llegar a lo más alto de la senda.

A partir de ahora venía la auténtica diversión de la mañana, tocaba bajar y por la senda del Aguilucho. Un sendero de los más largos que conocemos, de unos 7km aproximadamente, de pura diversión. A su derecha nos deja unas vistas fantásticas de la sierra de Ricote y alrededores. El sendero discurre por la solana de la sierra de Ricote, desde la pista forestal hasta casi Ricote pueblo. A la mitad paramos a comernos alguna manzana y echarnos alguna foto. El comunitario Guillermo nos comentó que vio un águila salir justo detrás de Paquito y de mí, un águila impresionante ¡lástima no haberla visto!

En la parte final de la senda el camino se hace más técnico, haciendo eses y con muchas piedras. La comunitaria Patricia iba con dolor de brazos del impacto de las piedras. Paramos en la «aguja», por donde pasa la senda entre dos grandes piedras. Descansamos un rato las piernas y sobre todo las manos y brazos y continuamos bajando.

Llegamos a una zona nueva para nosotros y seguimos bajando por un camino, el Camino de los Leñadores, hasta que llegamos a una finca sin salida. Tuvimos que retroceder y entrar por una «supuesta» dirección prohibida para salir e allí. Llegamos a la orilla del travase y a la carretera de Ricote.

Regresamos a Molina de Segura por carretera, por Archena y Lorquí, acabando la ruta con 79km, unos 1.300 metros de desnivel acumulado positivo y unas seis horas. Ruta magnífica que siempre nos agrada realizar, algo dura por el desnivel y los kilómetros, pero esfuerzo que siempre merece la pena por las vistas y paisajes que nos guardamos para el recuerdo.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: