Hola amigos de Comunidad Biker, antes del amanecer del sábado día 28 de enero de 2017 emprendemos una salida de ciclismo de montaña los comunitarios Alonsojpd, Matías, Jesús, Patrick e Ismael. El comunitario Jesús, días atrás, propuso en el foro de la Comunidad hacer una ruta de 100km como preparación para la marcha de Tabernas que haremos varios comunitarios. Ni cortos ni perezosos a las 07:19 de la mañana, de noche aún, salimos a emprender esta aventura contra el viento.

Los comunitarios Alonsojpd y Matías iniciamos la ruta desde la sede de la Comunidad, el resto de comunitarios desde sus respectivas casas. Nos encontramos en la Cruz Roja de Molina de Segura. Tras los saludos pertinentes cogimos la Vía Verde hacia Alguazas, cruzando el río Segura. Antes de llegar a Alguazas el comunitario Ismael decidió abandonar la ruta por problemas de salud.

Continuamos rodando de noche hasta que empezó a salir el sol, difrutando del amanecer en directo, montados en nuestras bicicletas. El viento nos acompañó durante toda la ruta, sería el protagonista indiscutible. Para ir nos daba de frente y nos frenaba bastante, en algunas zonas parecía que íbamos subiendo una dura pendiente, cuando en realidad íbamos llaneando. Siempre hay que sacar la parte positiva de todo, del viento también, hizo que la ruta que acabamos con un desnivel acumulado subiendo de unos 900 metros pareciera para nuestras piernas que habíamos hecho unos 1.500 metros, lo cual nos vino de maravilla como entrenamiento para la marcha de Tabernas.

Es una ruta nada técnica, de rodar y rodar, de pedalear y pedalear, donde podemos charlar tranquilamente mientras hacemos kilómetros. Pasamos por los pueblos de Alguazas, Campos del Río, Albudeite, Mula y Bullas. El camino es una vía verde, la Vía Verde del Noroeste, en su mayor parte de unos dos o tres metros de anchura. Además de que tras las últimas lluvias los tramos que estaban peor los han arreglado y ahora parece que vamos rodando sobre carretera. Cuando vamos de Molina de Segura hacia Caravaca hay una leve pendiente que nos hace acumular unos 900 metros en 50km, es muy tendida y suave pero en las piernas se va acumulando cierto cansancio, máxime con el viento en contra.

Hicimos nuestra primera parada a almorzar y a dejar que la sangre fluyera por los dedos de los pies, que todos llevábamos congelados e insensibilizados. Nos detuvimos en el cruce que sube hacia la Muela de Albudeite, al pasar el pueblo de Albudeite. Allí comimos barritas, plátanos y un dulce que nos dio a probar el comunitario Patrick, cuyo nombre y procedencia no recuerdo. Estaba muy rico, demasiado dulzón para mi gusto, pero sabía a pipas.

Recuperamos un poco la sensibilidad en los dedos de los pies, nos calentamos con el solecico murciano que nos llegaba, tímido pero efectivo, al amparo del viento. Continuamos la ruta y unos metros después el comunitario Jesús se despistó un poco y dio con su rueda delantera en la mía trasera, haciendo lo que conocemos como un «afilador», casi se cae hacia un lado, menos mal que la cuneta estaba ciclable porque fue a parar a ella.

Seguimos nuestro periplo ciclista por la Vía Verde, charlando, comentando cosas de la vida y del ciclismo también, de mécanica, cocina y otros muchos temas. Es lo bueno de este tipo de rutas por la Vía Verde, al ser ancha y con terreno en perfectas condiciones, nada técnico, da pie a ir relajado y charlando, no se necesita concentración por lo que el ambiente es muy distendido.

Llegamos a Mula que cruzamos intentando seguir siempre la Vía Verde, aunque había tramos mal señalizados. La cruzamos y continuamos hacia el Niño de Mula. el viento seguía haciendo acto de presencia y cada vez que salíamos del amparo de alguna montaña nos soplaba con contundencia. Así llegamos a la ermita del Niño de Mula, pero no paramos con la idea de hacerlo a la vuelta, que iríamos más animados pues el viento vendría a favor.

Continuamos rodando y luchando contra las inclemencias meteorológicas, pasamos la zona de los túneles, algunos con barro y la estación de La Luz. Seguimos sin detenernos pues las fuerzas empezaban a fallar. Poco a poco, luchando contra viento y marea, llegamos a Bullas ¡Por fin! Paramos en la gasolinera de la entrada y nos comimos casi todo lo que llevábamos y alguna cosa que compramos: plátanos, donuts, café, barritas, etc.. Empezaba a acercarse la hora de comer y la lucha contra el viento nos abrió bastante el apetito.

Tras almorzar y descansar, admirando las montañas cercanas aún nevadas, de sierra Espuña, tocaba volver por donde habíamos venido. El comunitario Patrick quería llegar a Caravaca pero como que no era el día.

La vuelta fue todo lo contrario a la ida, casi sin esfuerzo cogimos mucha velocidad, dado que se unía la pendiente suave de bajada más el viento a favor. Así que en varios tramos alcanzamos velocidades de 45 km/hora sin mucho problema. Aunque también nos encontramos con zonas con el viento en contra.

De vuelta paramos en la Estación de la Luz y la ermita del Niño de Mula a echarnos unas fotos. Y una última parada antes de llegar a Campos del Río para no alargar mucho la ruta, dado que empezaba a hacerse algo tarde.

Finalizamos con 100km en las piernas, el comunitario Jesús alguno más al venir de Murcia. Acumulamos unos 900 metros que no está nada mal teniendo en cuenta el factor del viento en contra. Una estupenda ruta de ciclismo de carretera, de las tranquilas, sin técnica pero marcándonos un objetivo y cumpliéndolo, con la satisfacción que ello produce. Y esperando que el comunitario Ismael se recupere y asista a la próxima.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: