Hola amigos de Comunidad Biker, tras la cena en familia de Noche Buena llegó el día de Navidad, domingo 25 de diciembre de 2016 y, como no podía ser de otra forma, lo celebramos en la Comunidad con una nueva ruta de ciclismo de montaña. Partimos con nuestras bicicletas de montaña los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Luis, Félix, Guillermo de Ciclopasión, Clemente, Sandra, Bingen, Jose y Antonio. Decidimos acercarnos al Coto Cuadros, sabedores de que habría agua y barro, para disfrutar de este hecho mientras podamos. En Murcia casi nunca llueve así que ¡¡a disfrutar sea dicho!!

Salimos, como de costumbre, desde la sede de la Comunidad en Molina de Segura, en una mañana fresca de invierno pero soleada, con lo cual sabíamos que a media mañana llegaría a hacer incluso calor. Rodamos con nuestras bicicletas de montaña limpias y engrasadas por carretera hacia la Alcayna, allí cogemos la Rambla de las Monjas y la senda de la Fuente para adentrarnos en el Coto Cuadros por Senda Rápida.

Una vez arriba decidimos ir hacia la torreta de vigilancia forestal y, justo antes de llegar, girar a la izquierda en una senda muy técnica, la Senda de las Piedras, que el comuntiario Guillermo de Ciclopasión quería hacer con su bicicleta de montaña, dado que la última vez pasó por allí con una bici de paseo. Descendimos por esta senda, muy técnica, con muchas piedras y escalones. Hoy con una dificultad añadida: todo resbalaba por la humedad y el agua de las últimas lluvias. Los comunitarios más avezados avanzaban entre las piedras a buena velocidad, dando «trastazos» por todos lados pues hay zonas con el firme de solo piedra y es imposible evitarlas.

Algunos comunitarios menos experimentados quedaron rezagados en esta senda, pero como siempre en la Comunidad, siendo fieles a nuestro espíritu, siempre se espera, graba, fotografía y anima al último. La Senda de las Piedras es un poco lúgubre, porque se encuentra en el fondo de la vertiente de una rambla y con muchos árboles, esto le da un aspecto que sobrecoge a los que por allí pasamos. Es muy divertida, sobre todo para los que llevamos pedales mixtos con buena plataforma. Hay que ir poniendo el pie en las piedras de vez en cuando, así que no llevar calas ayuda bastante a disfrutar con seguridad de esta senda.

Seguimos rodando por el Coto Cuadros, en este caso por la Rambla Madre, pensábamos que estaba bien pero al poco nos dimos cuenta de que había sufrido mucha erosión tras las aguas torrenciales de las últimas lluvias. La senda que va por su lecho apenas se distinguía, había que improvisar sobre la marcha y trazar por una senda imaginaria. A la mitad del sendero empezamos a encontrarnos con grandes charcos de agua. En un principio, a mí que no me gusta mojarme, llevaba cuidado al cruzarlos, pero acabé cerrando los ojos y pasando a toda velocidad, llenándome de agua y barro como el resto de comunitarios.

En mitad del camino vimos un gran charco de agua, casi un lago. Dejamos nuestras bicicletas aparcadas y fuimos a echarle un vistazo. El comunitario Luis, ni corto ni perezoso, al cruzar una zona de agua profunda, por donde todos saltamos, él se metió de lleno dentro, cubriéndole el agua casi hasta la cintura. Seguimos hasta el lago «artificial» generado por la acumulación de agua tras las lluvias. Nos sentamos al sol a almorzar un poco y a disfrutar de este bonito lugar. El comunitario Luis decidió traerse la bici y probar a cruzarlo. Sin pensárselo mucho hizo el intento y se quedó a mitad, donde el agua le cubría hasta las rodillas. Animado por el resto de comunitarios volvió a intentarlo, hacia lo más profundo del lago. Paró cuando el agua le cubría hasta la cintura y ya no tenía tracción en su rueda trasera. Nos reímos mucho, Luis exclamaba ¡Qué fría está!

Seguimos esta rambla hasta su final, cruzando la carretera por debajo y llegando al embalse de Santomera. Rodamos por encima de la presa y bajamos hasta el embarcadero, donde aprovechamos para echarnos unas fotos de grupo. Ascendimos al camino y tomamos dirección de regreso por la senda de la orilla del Embalse de Santomera. Esta senda siempre nos gusta y nunca defrauda, con el embalse a la derecha, con sus aves acuáticas y lleno de agua, con sus sube y baja y su última subida un poco técnica e inclinada.

Recuperamos el aliento y salimos por la senda que va a a la carretera. En esta zona, llena de restos de árboles triturados, el comunitario Bingen sufrió una pequeña caída, sin consecuencias. Desde allí fuimos hasta el camino de las perdices y los conejos. Todavía nos esperaba una sorpresa final en la ruta: más barro y agua. Al cruzar la zona de las oliveras vimos que estaba anegada por el agua y llena de barro. Los comunitarios más valientes cruzaron y el resto los siguieron al ver que las bicis no se quedaban clavadas en el barro. El único que quedó en medio del barro encallado fui yo, con mi bicicleta Olympia Nitro y el barro cubriendo la mitad de la rueda trasera. Esto generó las correspondientes risas de los comunitarios que siempre están deseando de que me equivoque para, con mucho amor, decirme «Presidente dimisión». :yahoo:

Pero no acabó aquí la ruta, justo antes de llegar a la Alcayna y coger la carretera, pasamos por un sendero corto pensando que estaba bien y ¡sorpresa! Nos llenamos de barro hasta los ojos. Un barro pegajoso que hizo que nuestras bicicletas ni cambiaran si quiera. Tuvimos que parar a limpiarlas un poco para poder continuar.

Una excelente mañana de diversión y disfrute, con la entrañable compañía de los comunitarios a los que siempre agradecemos su espíritu de respeto hacia el medio y diversión, también por su paciencia cuando paramos a hacer las grabaciones y fotos correspondientes. Una ruta de 38km, en unas cinco horas llenas de aventura y risas.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: