Buenas noches comunitarios, buenas tardes para algunos, buenos días para otros. Al teclado el comunitario Alonso, encargado habitual de relatar lo más exacto posible lo sucedido en cada marcha BTT MTB en la que participamos. Más adelante tendremos las crónicas de otros comunitarios que las narran con su estilo más personal y diferente, afortunadamente. Hoy le tocó el turno a la marcha MTB Sagrabike en la Puebla de Don Fadrique (Granada, España). Hace un tiempo que varios amigos comunitarios nos dijeron que era una bonita marcha, mirando la apretada agenda comunitaria. Viendo la disponibilidad allá que nos lanzamos los comunitarios Alonso, Paquito, Patricia, Kronxito, María, Félix, Alfonso, Pedro, Fran, Truji y Ricardo.

Iniciamos los preparativos habituales, en este caso decidimos alquilar casa cerca de la zona para no tener que darnos un madrugón el domingo de la marcha. Cogimos una casa-cueva en Huéscar y partimos el sábado en la tarde los comunitarios Alonso, Paquito, Patricia, Kronxito y María. La verdad es que la casa-cueva nos sorprendió gratamente, limpia y peculiar, sin techo definido de obra (era roca encalada) y sin puertas (sólo la del cuarto de baño). Con una temperatura natural estupenda gracias a la tierra y roca que había encima de nuestras cabezas, aislante perfecto y natural del frío y del calor.

Llegó el domingo día 21 de mayo de 2017 y nos preparamos para la marcha, saludamos a los amigos comunitarios que había por la zona, en especial quiero mencionar a los componentes del Club Huéscar 1925, que nos saludaron y charlaron con nosotros muy amablemente. Y a otros muchos que también nos saludaron y conocieron, como siempre ¡Gracias a todos!

Esta marcha tenía dos modalidades, distancia corta de unos 3o km y larga de unos 60. Todos los comunitarios optamos por hacer la larga, como no podía ser de otra forma. Como siempre escuchamos comentarios variados, pero la tónica general era: «Es muy dura», «Es muy técnica»… Amigos de la Comunidad, la experiencia me dice que nunca hagamos caso de los comentarios, que hagamos la marcha, disfrutemos y luego evaluemos bajo nuestro criterio, y así fue, como contaré ahora.

Nos posicionamos en el último lugar del pelotón, nos hicimos la foto oficial con la caña selfie, saludamos efímeramente al comunitario @jaf que llegó in extremis, de incógnito, subrepticio, agazapado cual gazapo. Arrancamos a pedalear sobre nuestras bicicletas de montaña, todas limpias salvo la mía, que acumula el polvo de Monegros, el de La Paca y ahora (mientras escribo estas líneas) el de la Sagrabike.

Rodamos tranquilamente primero por las calles del pueblo de la Puebla de Don Fadrique, con alguna subida en asfalto y pronto cogiendo camino. Un camino que nos recordaba al del acercamiento a los Molinos de Caudete, en la Inmortal de Caudete, con una leve inclinación de subida y algo de polvo desprendido por el contacto de nuestras cubiertas de caucho sobre el suelo. Rodeados de almendros y otros árboles de secano fuimos subiendo y calentando nuestros cuerpos. La temperatura era perfecta, un poco de fresco que viene siempre bien para practicar deporte.

El comunitario Félix nos esperaba en la parte alta de este repecho haciéndonos fotos, esta vez con el móvil y no con el GPS, afortunadamente, porque le quedaron unas estupendas instantáneas que podéis ver en el álbum (abajo del todo o en el Facebook de la Comunidad). Tras la leve subida tocó bajar por un camino que más bien parecía una senda, tenía el ancho propio de una pista forestal o camino de tierra, pero solo presentaba uso en una de sus orillas, por lo que al fin y al cabo rodábamos por una senda. Tras pasar las partes algo más técnicas sobre todo por las piedras, levanté la mirada y vi que nos adentrábamos en un bonito bosque, con pinos a los lados y un paisaje de tupida vegetación, sin excesos, en su justa medida.

Volvimos a subir un poco, pero por camino muy pedregoso, donde me acordé de la fisura de la costilla del comunitario por todos conocido con el nombre artístico de @paquito206, pero que en realidad se llama Francisco Ginés o Paco Ginés. Nos acordamos de él la comunitaria María y yo, quienes pensamos y comentamos que Paquito lo debía estar pasando mal por esta zona. Tenía muchas piedras pero daba gusto rodar por ella, sé que suena a paradoja pero así es la vida, si levantabas la vista ves un paisaje de fondo de postal, con un monte de árboles característicos cuyo nombre no me aventuro a pronunciar.

El terreno presentaba ondulaciones suaves, un sube y baja al estilo tobogán pero suave, así que nos permitía rodar por encima de las piedras sin mayor dificultad (salvo Paquito con su costilla fisurada). También es cierto que algunos participantes ponían pie al suelo en esta zona, todo es cuestión del nivel técnico de cada cual, pero hablamos de empujar la bici 2 metros, nada grave, todo lo contrario, te permiten mirar a los lados y admirar más detenidamente el monte.

Entramos casi directamente en una zona como de rambla, íbamos por una senda de gravilla cuando oímos decir al comunitario @felix «He pinchado». No nos sorprendimos pues últimamente pincha en tres de cada dos salidas (no me he equivocado, digo 3 de cada 2, porque en muchas pincha varias veces y varias ruedas). En esta parte del recorrido íbamos los comunitarios Alonso, Patricia Carmona, María, Félix, Alfonso y Pedro, paramos todos menos las chicas que decidieron seguir con un «Ya nos pillaréis».

Se nos presentó un inconveniente dentro de la propia cruda realidad del ciclista de montaña que había pinchado, fue el de la cruda realidad del ciclista dejado: el comunitario Félix no llevaba cámara de repuesto y su bici es de 26 pulgadas, así que ninguna de las que llevábamos le valía. Afortunadamente salvó la situación el comunitario Pedro, que llevaba unos estupendos parches adhesivos que no necesitan disolución ni esperar a que se seque. Nos pusimos manos a la obra y reparamos la avería, viendo como nos quedábamos de los últimos, cosa que poco o nada nos importa.

A partir de aquí todo fue disfrute, esta senda era fantástica, con los pajarillos escuchándose de fondo, con unas vistas magníficas de la naturaleza que nos envolvía. La rambla seguía siendo pedregosa y llevaba mucha presión en las ruedas, por lo que tuve que parar a quitarles algo de aire y ¡Menuda diferencia! Cuando vas pasado de presión la bici te va dando botes incontrolados por todos sitios y repercuten directamente en las extremidades y el culo, cada irregularidad del terreno te golpea directamente, la mejor suspensión es la presión de las ruedas.

Cada cierto tiempo bajaba la vista y veía algún envoltorio tirado al suelo por los ciclistas marranos e irrespetuosos (unos pocos), no me pude resistir y le dije al comunitario Félix que ya que íbamos los últimos por qué no parar y recoger los envoltorios, él, siempre dispuesto a estas labores, no lo dudó y se prestó a ello. Se apuntó también sin dudar a tal tarea de barrenderos BTT el comunitario Pedro y más adelante lo harían la comunitaria @patricia y @kronxito.

He dicho Kronxito, habéis oído bien, haré un inciso en la crónica para hablar de Kronxito y su participación en la marcha BTT de la Sagrabike. Tras su estreno en Monegros, de regreso de sus operaciones de rodilla y codo, de rodilla operado dos veces, vuelve pisando fuerte y con muchos ánimos. Echándole coraje y valor nos preguntó cómo era esta marcha, le dijimos que parecía dura, con muchos kilómetros y mucho desnivel, aún así, ni corto ni perezoso, decidió participar en la modalidad larga. Todos nos sorprendimos de la decisión, supuestamente nuestro fisio comunitario Alberto le recomendó que hiciera rutas suaves y con pocas o ninguna subida, pero él alega que se está encontrando bien y quería probarse… y se probó…

Volviendo a la crónica, seguimos rodando, parando de cuando en cuando a coger algún envoltorio de gel o barrita, parando para grabar alguna serpiente y algún lagarto y disfrutando de las sendas y el paisaje. Los comunitarios Pedro, Félix y Alfonso me acompañaban muy pacientemente y con buen talante, es de agradecer, no todo el mundo está dispuesto a parar para recoger la basura que otros tiran.

Como se puede ver en el perfil de la marcha, los primeros kilómetros fuimos subiendo de forma suave pero casi siempre en ascenso, hasta el kilómetro 22, llegando a los 1.600 metros de altitud, donde empezamos a bajar. Una bajada muy divertida, con algún pequeño tramo técnico pero no demasiado. Algún repecho corto de subida, giro a la izquierda y nos encontramos con lo que llaman «El Cortafuegos», se trata de una senda de descenso con inclinación, fácil si la tierra está apretada, pero difícil si la tierra está suelta por el paso de las bicicletas. Nosotros íbamos los últimos así que el terreno estaba bien molido, como harina marrón. Nos tocó bajar con precaución, la comunitaria María sufrió una pequeña caída, con golpe en el muslo, le dolía un poco pero pudo acabar bien la marcha.

En esta zona nos sentíamos privilegiados por poder admirar y ver el vasto horizonte que se difuminaba a lo lejos, en montañas imponentes y sobrecogedoras. Tengo que reconocer que, a riesgo de caerme, levanté la vista de la senda en varias ocasiones. Este cortafuegos artificial, hecho por el hombre para impedir que en caso de incendio arda todo el bosque, nos daba la posibilidad de cruzar la montaña y admirarla en su máximo esplendor.

La comunitaria Patricia luego nos diría que lo bajó completo ¡Bravo por ella! Yo lo pasé un poco mal en la parte final, mucha inclinación y la tierra, como he dicho, muy suelta. Luego nos contaría el comunitario Ricardo que también se cayó por esta parte de la marcha. Fue la única parte complicada técnicamente hablando de la Sagrabike y sólo unos metros. El resto era todo senda y camino para disfrute.

Como dije en el vídeo, los hay que se buscan un enemigo, el cronómetro y van con la cabeza agachada luchando contra él y los hay que prefieren levantar la cabeza y disfrutar de las vistas de estos parajes. Sobre gustos los colores, todo vale y cada cual hará lo que le plazca. Nosotros hoy no tuvimos duda, para padecer y luchar contra ese enemigo ficticio tenemos otras marchas menos bonitas, hoy tocaba ver, mirar, admirar y observar, también escuchar el sonido de los pájaros y otros animales que adornaba aún más nuestro caminar.

Cruzamos algún pequeño riachuelo, subimos algún repecho duro, corto, haciendo eses, paramos en todos los avituallamientos, nos comimos unos cuantos trozos de sandía, de plátano y de manzana, charlamos con los organizadores, hicimos fotos, hicimos vídeos, paramos a ver un alcón que nos sobrevolaba cercano, majestuoso, haciendo alarde de un control absoluto del vuelo y de las corrientes de aire caliente ascendentes.

Seguimos recorriendo caminos y sendas, escuchando y haciendo caso omiso de los comentarios de la gente que nos decían «bufff, aún os queda lo peor…». Demostrando que todo depende del cristal con el que se mire, nada dura fue esta marcha, nada comparada con los Calares del Río Mundo. Pasábamos los kilómetros y apenas acumúlabamos unos 1.000 metros de desnivel y casi sin darnos cuenta, dado que era muy suave.

Un poco antes del último avituallamiento alcanzamos a las comunitarias María y Patricia, en una bajada que me maravilló, una senda estrecha entre árboles, haciendo eses, muy divertida. A partir de aquí hicimos la ruta todos juntos: Alonso, Félix, Patricia, María y Pedro, dejando al comunitario Alfonso en el cruce de la modalidad corta, que muy a su pesar tuvo que tomar por cuestiones ajenas a su persona.

Sólo pondré un pero a esta marcha y es el de la moto, que sé que hace su trabajo y ha de ir cerrando la carrera, pero nos molestó con el ruido del tubo de escape durante la parte final de la ruta. Una pena, porque la senda, ahora de subida, era preciosa, entre árboles y piedras. Seguro que hubiera sido un espectáculo mayor de haber escuchado a los pájaros en lugar del tac-tac-tac de la moto, además del olor a combustible quemado.

Aprovecho estas líneas para pedir, si por un casual alguien lo lee, que en las marchas MTB BTT las motos o coches escoba, los que van cerrando, respeten a los ciclistas y queden bastante más atrás de ellos. Es una gran molestia el ruido y, puede que sepas que vas el último, pero si llevas la moto con el run-run-run la sensación se hace menos digerible.

Por fin el muchacho decidió adelantarnos y perderse un poco, hecho que agradecí en silencio profundamente. Milagrosamente volvió la paz, la tranquilidad y la calma y con ella volvieron los sonidos naturales propios del monte y, de repente, vimos un ciclista con la bici al revés arreglando un pinchazo. No podía ser otro que el comunitario @kronxito, lógicamente tenía que pinchar y pinchó. Paramos a esperarlo y ayudarlo, estaba terminando ya.

Ahora el grupo aumentó y acabamos la ruta juntos los comunitarios Alonso, María, Patricia, Félix, Kronxito y Pedro. Aún nos quedaban unos kilómetros de subida sencilla, tras pasar la senda, que en su última parte hacía un seseo y era imposible de ciclar, nos encontramos con escalones de piedra que tuvimos que pasar empujando la bici, pero de no más de 20 metros.

Ascendimos por la pista forestal, sumando los kilómetros de subida finales entre esta senda y la pista, desde el kilómetro 48 al 52, unos 4 km. Vengo a poner este dato anecdótico porque algunos decían «Ahora viene un subida larguísima de más de 10 km». Aún estoy esperando esos 10 km de subida, que nunca llegaron. Como siempre digo: no hagáis caso de los comentarios de los demás, experimentad por vosotros mismos.

A colación de esto contaré que en el cruce de las modalidades corta y larga había un ciclista con la bici averiada que, lejos de dar ánimos, nos trataba de desanimar y asustar con un «Bufff ¿vais a hacer la larga? Pero si queda lo peor con diferencia de lo que habéis hecho». Este cruce estaba en el kilómetro 30 y después vino alguna subida, ciertamente, pero todo sencillo, sin duras pendientes, asequible y realizable perfectamente. A ese muchacho decirle que los problemas y frustración que él tuviera no los debió pagar con los que por allí pasaban. Esos comentarios me los paso por el arco del triunfo, pero a otras personas que vayan mal de fuerzas seguro que no le hacen bien. Para que recapacite ese individuo dejo este proverbio Indú:

Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.

Vuelvo una vez más a la crónica, para narrar la parte final. Llegamos a lo más alto de esta última subida, a unos 1.500 metros de altitud y empezamos a bajar a falta de 6 km para llegar a meta. La bajada otra vez estupenda, por camino, viendo el pueblo de La Puebla de Don Fadrique de fondo, rodeado de montañas. Pasamos por algún bancal de almendros (esto fue kilómetros antes, me he acordado ahora) y en esta bajada pasamos por una zona de siembra. Llegamos a la carretera y acabamos esta estupenda marcha BTT MTB Sagrabike.

Hicimos 59 km, con unos 1.350 metros de desnivel acumulado positivo, no diré el tiempo porque paramos a grabar muchas veces, con crudas realidades, animales y a recoger envoltorios de los marranos que los tiran sin escrúpulos ni respeto por este estupendo regalo que nos brinda la naturaleza.

En la meta nos reagrupamos todos los comunitarios participantes, nos contamos las anécdotas y nos dirigimos a comer arroz y cordero segureño. Llegamos justo a tiempo de comernos los últimos cuatro platos de arroz que quedaban. El cordero ni lo olimos.

Normalmente nos hubiéramos ido de regreso a la casa pronto pero esperamos a ver si habíamos ganado el jamón al club más numeroso. También aprovechamos para ver la entrega de trofeos a los Junior, a nuestro querido comunitario Nicolás @nicolasgabarron, que quedó primero de su categoría haciendo un carrerón. Finalmente no ganamos el jamón que hubiéramos donado a algún comedor social, una pena, por un miembro.  :cry:

Regresamos a la casa donde nos duchamos, descansamos un poco y tomamos el camino de regreso a Molina de Segura. Una estupenda marcha BTT, de las que te quedan en la memoria con un «Aquí sí volvería sin enemigo ficticio».

Felicitar al comunitario Nicolás por ese primer puesto y agradecer de corazón a los comunitarios que se quedan a acompañar a los últimos y aguantan con buen talante nuestras paradas (recogimos más de 30 envoltorios): @pedro203, @felixlozanobernal y @alfon66 ¡¡Gracias!!

Y por último felicitar también a las comunitarias María y Patricia, que son unas campeonas y al comunitario @kronxito, que nunca dejará por escrito sus sensaciones en su primera marcha BTT dura (para él) y que acabó bien, o eso creemos y nunca sabremos con certeza.

De vuestro comunitario Presidente Alonso.

  • Fotos de la marcha BTT Sagrabike 2017: