Estimados comunitarios, llegó el fin de semana y, para algunos, son días de descanso. Pero en la Comunidad no descansamos, cambiamos el descanso por la bicicleta. Anunciamos una ruta en el foro de la web comunitaria, para acercarnos a visitar la sierra de Ricote, más concretamente el Collado de la Madera. Nos acompañarían los comunitarios Alonsojpd, Kronxito, Patricia Carmona, Javier, Antonio Asís, Pedro203, Alfonso, Ángel y Juan Antonio.

Madrugamos un poco, desayunamos, nos vestimos de ciclistas con la equipación comunitaria, preparamos las bicicletas (unas comprobaciones previas a cada ruta) y salimos a la calle. El primer contacto con el clima fue de frío, hacía algo de fresquete pero el sol estaba fuera, descubierto y radiante, por lo que supusimos que el avance de la mañana aumentaría progresivamente la temperatura.

Iniciamos las ruta pedaleando sobre nuestras bicicletas de montaña, dirigiéndonos hacia las Lagunas de Campotéjar y la orilla del trasvase. Es primavera y los mosquitos regresan, como cada año, a las zonas húmedas. Tragamos unos cuantos, otros quedaron pegados a nuestras caras y brazos. Algunos comunitarios exclamaban ¡Ya tenemos proteínas para toda la ruta!

Rodamos tranquilamente, charlando, riendo y poniéndonos al día de las vicisitudes comunitarias. Improvisamos el camino a seguir, que finalmente fue cruzar Ulea y dirigirnos a Villanueva del río Segura para subir por el Cajal a la sierra de Ricote.

Hicimos una parada tras la primera subida de la mañana, desde Villanueva hacia el mirador de Franco, donde nos detuvimos a almorzar (en mi caso un bocadillo con pan casero) y a echarnos unas fotos. El comunitario @kronxito aprovechó la ocasión para hacer unos largos en un charco de agua que había arriba, de las últimas lluvias. Nos hicimos la foto de grupo y continuamos el ascenso hacia la sierra de Ricote.

El comunitario Ángel iba quedándose rezagado poco a poco, era la segunda vez que pasaba por esta zona. Mientras tanto, el resto íbamos admirando el paisaje y disfrutando de esta fresca y ventosa mañana. Subimos por el Cajal, una pista forestal de una pendiente media del 7%, que tiene unos 6 km y se hace un poco pesada. De ahí tomamos el cruce a la derecha para subir por el Desprendimiento. Justo en esta zona el comunitario Ángel empezó a mostrar síntomas importantes de picadura de pollo, no acababa de encontrarse bien.

Finalizamos la subida a la pista forestal del camino principal de la sierra de Ricote, en la entrada a la senda del Aguilucho, con un viento muy fuerte y molesto. Paramos a intentar tomar algo y descansar un poco, apenas se nos oía por el viento. Continuamos con la ruta descendiendo por el inicio del Collado de la Madera hasta el primer cruce de sendas. En esta parte soplaba algo menos de viento, al ser una ladera más resguardada. En el cruce de sendas tomamos la de la derecha, por error, la idea era seguir bajando para luego subir por otro collado.

Ascendimos esta senda con zonas técnicas y muchas piedras puntiagudas, luchando contra el enemigo invisible de la mañana, hasta salir justo al cruce que sube a los Almeces de Ricote. Volvimos a parar para estudiar la situación, el viento era cada vez más fuerte, motivo por el cual optamos por ir regresando, aún nos quedaban más de 35 km de ruta.

Descendimos la senda del Aguilucho, sin poder disfrutarla como merece, las rachas de viento lateral hacían el descenso peligroso en algunos tramos, sobre todo donde había barranco a un lado. Fueron momentos de máxima concentración y de extremar la precaución, el viento puede ser un gran enemigo para el ciclista, sobre todo cuando sopla lateralmente, al hacer la bici de parapeto y empujarla hasta no poder controlarla. Si vas por tramos anchos no suele haber problema, pero en senda y con un precipicio a un lado es otra historia.

A mitad de la senda daba menos el viento y, finalmente, bajamos por la zona del Zig Zag o de las eses o zetas. Esta parte es muy divertida porque vamos bajando y tomando curvas cada pocos metros. Llegamos hasta el camino y emprendimos el regreso por carretera, para acortar la ruta al máximo.

Pasamos por el embalse del Mayés y fuimos hasta Ceutí, donde paramos al ver un mural gigante con bebés no natos. Nos echamos unas fotos, unas risas y lo grabamos para que formara parte del vídeo de la ruta.

Unos 100 metros antes de concluir la ruta oí el crujido de un radio, sonido y vibración que reconozco bien por mi experiencia en rotura de radios. Efectivamente, al acabar comprobé que se había roto un radio de la rueda trasera de mi bicicleta, ¡otro más!.

Al refugio del viento, acabada la ruta, comentamos los pormenores y las impresiones. El comunitario Ángel nos contaría (y lo podéis ver en el vídeo) que iba bien picado por el pollo, con dolor de cabeza y flojedad general. Además, parece que sufrió un golpe en la mano al darse contra el tronco de un árbol.

Todo suma en el ciclismo, en este caso experiencia para una mejor preparación, mejor alimentación y para aprender a luchar contra el viento, ese elemento invisible, que a veces es amigo, sobre todo cuando nos empuja y otras veces enemigo, cuando nos da de cara o lateralmente. Acabar esta ruta sanos y salvos sumó más experiencia en nuestras piernas.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB BTT: