Muy buenas estimados comunitarios, llegó el miércoles día 6 de diciembre de 2017, día festivo y ¿qué mejor manera de celebrarlo que haciendo lo que más nos gusta, una ruta de ciclismo de montaña?. Anunciamos en el foro de la web comunitaria la salida, proponiendo ir a visitar las tierras del Rellano: rambla del Carrizalejo y el Chorro, Hortichuela, Hoya Marzo, Parque Ecológico Vicente Blanes, Pedrera, Coloraos y la Poza. Una de esas rutas que tienen absolutamente de todo.

A las 08:49, puntuales, nos esperaban en la sede de la Comunidad los comunitarios Paquito206, Patricia Carmona, Antonio Asís, Pedro, Rubén y Rafa. Salimos a la calle bien abrigados, hacía bastante frío, unos 3 grados y viento que incrementaba la sensación de frío. El cielo estaba encapotado, pero en Murcia casi siempre sale el sol, al menos salimos a rodar con nuestras bicicletas de montaña con esa esperanza.

Salimos de Molina de Segura en dirección las Lagunas de Campotéjar, cruzamos el trasvase y cogimos la carretera de La Albarda. El viento nos empezó a pegar por esa zona, venía helado y nos encogimos un poco en la bici. Cruzamos la carretera del Fenazar y continuamos hacia la Sierra de la Espada.

Por fin nuestras ruedas tocaron la ansiada tierra y por fin cesó el viento, posiblemente por quedar parapetados por la montaña. Empezamos a ascender suave y tranquilamente hacia La Hurona. De ahí descendimos por camino y senda a la Rambla del Carrizalejo.

Paramos a grabar y estudiar los guantes del comuntiario @paquito206, que nos parecieron singulares, parecía como esos típicos guantes que llevan los vagabundos de las películas americanas. Con unos guantes cortos viejos y unos largos de lana había «formado» un guante para invierno. Pero lo más curioso el es mecanismo que ideó para que sean táctiles, para poder manejar el móvil con ellos sin quitárselos. Ni más ni menos que hizo un corte en el guante, en la zona correspondiente al dedo índice y cosió los bordes, de esta forma saca el dedo por ese corte y no tiene que quitarse los guantes por completo, sólo se le hiela un dedo ¡Magnífica solución casera!

Continuamos con la ruta, por el lecho de la rambla, pasando a la altura de La Hurona y disfrutando de este magnífico entorno, con unos cortados espectaculares y unas formas características fruto de la erosión de miles de años que las aguas torrenciales ejercen sobre las distintas capas de estratos.

Paramos en una zona donde no hacía frío y en la que nos gusta parar a ver estas estupendas rocas gigantes de yeso. Almorzamos bien: plátanos, frutos secos, arándanos, manzanas y barritas. Aprovechamos el descanso para pesar alguna bicicleta, la de los comunitarios Pedro203, Rafa y Rubén.

Pedaleamos sobre nuestras bicicletas de montaña disfrutando al máximo de esta última zona, la más bonita, de la rambla del Carrizalejo, hasta llegar a la carretera del Rellano a las Casicas. La tomamos de ascenso para ir hacia la Hoya Marzo y, desde ahí, bajar al Rellano.

Saludamos a mi madre y comimos torta de bizcocho recién hecha, también almendras fritas caseras y alguna cosa más. Vimos una romana, un antiguo peso, y se nos ocurrió comprobar si era exacto en comparación con el peso digital. Nos dejó asombrados, funcionaba a las mil maravillas. Por supuesto grabamos el momento y lo plasmamos en el vídeo de la ruta, seguro que hay muchos comunitarios que nunca han visto una romana.

Tocaba ascenso hasta el Parque Ecológico Vicente Blanes. Un par de kilómetros de subida para salir del Rellano y adentrarnos en la Sierra de la Pedrera. Giramos a la izquierda en una senda de ascenso que visualizamos justo antes del albergue y la fuimos subiendo como pudimos. Allí nos encontramos una musaraña congelada, seguramente no pudo soportar el frío de la noche anterior.

Nos echamos unas fotos en el mirador de la Pedrera y seguimos subiendo hacia el mirador más alto de este monte. Tocaba descenso y el más atrevido, en este caso el comunitario @pedro203, nos hizo una exhibición de técnica de descenso con su nueva bicicleta Giant de doble suspensión. El sendero que baja desde el mirador más alto de la Pedrera hacia Los Coloraos es muy técnico, de dificultad muy alta. Tiene unos escalones bastante altos y cierta pendiente, por lo que mantener el equilibrio sobre la bicicleta es complicado, además de que hay que tomar alguna curva mientras se sortean las matas de esparto.

También me atreví a bajarla pero no tomé bien la curva de la mata de esparto y, a partir de ahí, fui «a remolque», dando bandazos de un sitio para otro y teniendo que sacar la pierna del pedal para apoyarme en los matorrales. Salvé la caída y conseguí descenderla. Por poner alguna excusa diré que estrenaba zapatillas y las que llevo ahora son bastante más rígidas que las anteriores, por lo que aún no estoy acostumbrado y me resbalan un poco más en la plataforma de mi pedal.

Seguimos con los descensos, ahora por otro sendero que discurre por la ladera de la montaña, estrecho y muy bonito, nos lleva directos a Los Coloraos. Paramos a echarnos la tradicional foto en las fallas de este pequeño cerro, en esas facturas de las distintas capas de sedimentos que se aprecian perfectamente. Quedaron al descubierto tras horadar la montaña por parte del ser humano, para extraer camiones de arcilla con la que fabricar ladrillos.

Descendimos hacia La Poza, paraje en el que nos detenemos siempre que pasamos a ver estas estupendas palmeras, este oasis que parece de otra tierra. Nos adentramos en la maleza en busca de la poza propiamente dicha, pero un fuerte sonido de algún animal acechando nos hizo volver a las bicis y salir pitando.

Subimos al Rellano nuevamente y tomamos camino de regreso a casa, empezaba a hacerse tarde. Volvimos por carretera y acabamos esta magnífica ruta con unos 54 km y unos 800 metros de desnivel acumulado. Una ruta que hacemos cada cierto tiempo porque es poco conocida y tiene unas sendas impresionantes. Y con la mejor de las compañías, no se puede pedir más.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB BTT: