Hola queridos comunitarios, en el miércoles día 1 de noviembre de 2017, los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Guillermo de Ciclopasión, Félix, Juan Francisco, Aurelio, Luis y Antonio realizamos una estupenda ruta de ciclismo de montaña por la sierra de la Pila. Así pues, como es costumbre, os relataré a continuación la crónica de lo acontecido en este día de deporte, diversión y contacto con la naturaleza.

Salimos con los coches y las bicicletas cargadas dirección el Mojón de las Cuatro Caras, en la sierra de la Pila, con la idea de hacer muchos kilómetros por varias sendas nuevas de la zona. Al salir de nuestras casas nos encontramos con un día encapotado, algo raro en Murcia, con nubes e incluso con algunas gotas de agua cayendo desde el cielo. Pero en la Comunidad no tenemos miedo a las inclemencias meteorológicas y rara vez no suelen parar, así que continuamos con la idea de hacer la ruta.

Llegamos a Fortuna y saludamos a varios comunitarios y amigos del Club Ciclista Fortuna Team, como a Eusebio, que estaban desayunando y preparándose para hacer otra ruta más corta. El resto nos desplazamos hasta la zona de salida, descargamos las bicicletas, colocamos las nuevas pastillas de freno de la bicicleta del comunitario Félix (se encargó Guillermo) y nos preparamos para rodar por la montaña, con niebla y nubes y unas pequeñísimas gotas de agua, casi imperceptibles.

Circulamos por pista forestal o camino, descendiendo tranquilamente, charlando y poniéndonos al día con los comunitarios que hacía tiempo que no veíamos. El fresco de la montaña se apoderó de nosotros, si bien no era excesivo, a la espera de hacer el primer ascenso para coger calor.

No tardamos mucho en entrar en la primera senda, que ya conocíamos de la ruta anterior por la sierra de la Pila, una especie de camino/senda, era camino hace unas décadas, ahora es senda al no usarse. Confluimos en la pista otra vez y la atravesamos para seguir por esta estupenda senda, que hoy estaba más practicable, incluso la zona de las piedras.

El terreno estaba muy peligroso esta mañana, todo húmedo y resbaladizo, las piedras y raíces se convirtieron en auténticos obstáculos. Hoy tocaba tomar mucha precaución para evitar las caídas, aún así acontecieron varias.

Y esta fue la tónica de la mañana, un poco de camino y muchas sendas, la gran parte nuevas para nosotros, como la Senda de las Caballerizas, o la Senda de los Jabalíes, la Senda del Aljibe y otras muchas cuyo nombre no recuerdo.

Nos arañamos un poco las piernas, varios comunitarios sufrieron alguna caída, sin consecuencias graves afortunadamente. Sufrimos también varias crudas realidades del ciclista de montaña: al comunitario Félix se le salió la cadena por dentro de la rueda y se le quedó encajada entre la corona y los radios, no había manera de desatascarla, incluso se hizo un corte en un dedo con un diente del piñón, la roldana de la bicicleta del comunitario Guillermo quedó frenada completamente por un manojo de espartos, tuvimos que desarmar la roldana para poder limpiarla. Y las caídas, que no dejan de ser otra cruda realidad, la comunitaria Patricia, valiente ella, decidió tirarse por un tramo de senda algo técnica, se le enganchó el pedal en un romero y salió despedida hacia la derecha, afortunadamente sin consecuencias graves, más allá de algún rasguño y alguna espina clavada en el dedo, el comunitario Juan Francisco también tuvo la misma suerte en otra senda, otra hierba  se le enganchó también en el pedal y cayó hacia un minibarranco de medio metro, sobre unas piedras, se quejaba de molestias en la rodilla pero esperemos que no sea nada.

Muchas de las sendas ya las describimos en la crónica de la ruta de la sierra de la Pila anterior, las nuevas podéis verlas en el vídeo de este día. En general son sendas casi vírgenes, rodar sobre ellas nos proporciona una sensación de libertad característica, sendas que dejaron de usarse desde hace décadas y que ahora volvemos a pisar para adentrarnos en los rincones más profundos y recónditos de esta bonita montaña.

Sendas nuevas, como la de las Caballerizas, con sus zonas técnicas, sus zonas de disfrute, de ascenso, de descenso, en general muy divertidas. Rodando por encima de las hojas secas de los pinos. Sendas que aún no tienen el suficiente tránsito como para que queden limpias, pasamos sobre pequeñas ramas secas y sobre capas de hojas secas que antaño estaban unidas al árbol y éste, en su renovación perenne, consideró desecharlas.

Pasamos tramos con las bicis al hombro, tramos de ir sorteando piedras y esparteras, otros tramos donde la oscuridad del bosque profundo, unida al día poco soleado, hacía que pedaleáramos en silencio, escuchando los sonidos propios de la montaña, proporcionándonos unos momentos sobrecogedores, guardando cada momento en una zona de nuestra memoria que no olvidaremos.

Los kilómetros no avanzaban en el ciclocomputador, a los que les gusta sumar kilómetros no les recomiendo este tipo de rutas. Con dos horas pedaleando por la montaña llevábamos menos de 15 kilómetros. Ahora bien, cada kilómetro realizado en esta ruta equivale a tres de una ruta normal. En cada kilómetro sumamos anécdotas y aventuras, que difícilmente pueden obtenerse en rutas «normales», donde vamos con la cabeza agachada, mirando el cuentakilómetros y esa es la única imagen que nos queda.

Parábamos en el final de cada senda, para reagruparnos y ver que todos estábamos enteros. Comentábamos la senda, explicábamos hacia dónde íbamos ahora, algunas risas, algunas ironías y a seguir dándole a los pedales.

Hicimos varias sendas de descenso primero y de ascenso después, para ir conociéndolas y aprendiendo qué puntos son más o menos técnicos, tanto en descenso como en ascenso. Los comunitarios más todo terreno, los investigadores, los audaces, disfrutamos especialmente esta mañana. Rodar por sendas por las que nunca ha pasado una bicicleta, a lo sumo animales de carga y personas, pero hace casi un siglo, cuya huella ha quedado completamente borrada por la naturaleza, nos da un plus de ánimo, nos hace concentrarnos más y tratar de subirlas y bajarlas montados en la bici, sin poner pie al suelo. Aplicando todo lo que sabemos de técnica de ascenso y técnica de descenso.

Fueron pasando las horas y acumulando pocos kilómetros y muchas vivencias, el cansancio empezó a hacer acto de presencia, incluso en algún momento apretó un poco la lluvia, pero nada serio. Era día festivo así que tocaba ir dando por finalizada la ruta ¡Una lástima!

Acabamos con 4 horas de ruta y 24 km, con unos 800 metros de desnivel acumulado subiendo. Si hacéis cálculos no os saldrá una buena media de km/hora, y me río yo de esa media, que sólo es útil para el ciclista pro, aquel que compite de vedad. Para el resto, lo que importa es la media aventuras/hora, o anécdotas/hora, o vivencias/hora, o diversión/hora, o risas/hora.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: