Estimados comunitarios de Comunidad Biker, lectores habituales, lectores esporádicos, amantes del deporte, la naturaleza, los animales, respetuosos con el medio y con las personas, a todos vosotros os dedicamos nuestros vídeos, crónicas y comentarios, en definitiva nuestro tiempo. Sin vosotros la Comunidad no sería nada, así que el tiempo que os dedicamos bien merece la pena. Hoy, segundo día del año, lunes día 2 de enero de 2017, salimos a rodar por el monte los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Matías, Aurelio, Félix, Pepe, Chencho, Ángel y Javi el Maestro. Tomamos la decisión de acercarnos a las faldas de la sierra de la Pila, subiendo por Los Cordeles de la sierra de Lúgar. Como guía de prestigio llevaríamos al comunitario Félix, así que la diversión estaba asegurada.

Arrancamos esta ruta con nuestras bicicletas de montaña preparadas y engrasadas a eso de las 09:11. En la puerta nos esperaban los comunitarios Aurelio, Paquito  y Patricia, para ir hacia Fortuna al encuentro del resto de comunitarios de aquella población. Rodamos con mucho frío en una mañana donde el sol apenas asomaba tímidamente, de hecho no hizo acto de presencia en toda la ruta, solo al final.

Rodamos por carretera pasando por Los Conejos, La Quinta, La Alcayna, El Romeral, Los Valientes, Rambla Salada y llegando a Fortuna. Saludamos a los comunitarios de allí y continuamos la ruta, ahora dirigidos por el comunitario Félix. Salimos de Fortuna en dirección al Fenazar y pronto giramos a la derecha para adentranos en una carretera secundaria. El amigo comunitario Ángel nos acompañaba con una bicicleta de ciclocross, él continuó la ruta por otro sitio tras llegar a un camino de tierra, así que lo despedimos y nosotros tomamos dirección La Hurona.

Recorrimos varios caminos de tierra de la zona entre Fortuna y La Hurona, pasando entre plantaciones de árboles frutales. El frío no cesaba, con un viento helado que nos cortaba hasta la respiración, moqueando y con las manos y las puntas de los dedos de los pies casi congelados. Sabíamos que pronto empezaría la subida y en estos casos se agradece, dado que subiendo se coge temperatura y se va el frío.

Tomamos el camino de La Hurona, por donde ya habíamos pasado otras veces, pasamos la balsa del ratón y subimos un repecho hacia el Cerro de las Estacas, luego bajamos hacia el pueblo de La Hurona que cruzamos para seguir subiendo por el Camino de los Cordeles, en las faldas de la sierra de Lúgar. En cada subida y en cada bajada, como siempre, cada comunitario iba cogiendo su posición natural; unos suben bien por lo que toman la delantera en los ascensos y otros bajan bien por lo que hacen lo propio en los descensos. Y los menos, muy pocos, suben y bajan bien por lo que han de esperar a los demás echando alguna foto o grabando algún vídeo.

El Camino de los Cordeles se inicia desde La Hurona en camino y luego pasa a senda estrecha y un poco técnica, que va subiendo hacia la carretera de Las Casicas, justo en las faldas de la sierra de Lúgar. Atravesamos este camino disfrutando de la mañana, más protegidos del viento gracias a la montaña. Paramos en el mirador a almorzar (barritas energéticas, plátanos, zumos, orejones de albaricoque, etc.) y a echarnos alguna foto, alguna risa y alguna charla. No nos detenemos mucho tiempo para no enfriarnos, continuando la ruta de ciclismo de montaña por La Hortichuela.

Recorremos varios caminos entre zonas de secano con oliveras y almendros para ir hacia la Hoya Marzo, una zona espectacular que queda en las faldas de la sierra de la Pila y desemboca en el Barranco del Mulo. Allí paramos unos minutos a admirar las impresionantes vistas de los barrancos y erosiones naturales producidas por millones de años de fenómenos geológicos. Aprovechamos para echarnos la foto de grupo con la caña selfie.

Ahora tocaba un sube y baja contínuo, bajada hacia una rambla, la cruzamos, subida hacia el camino de San Joy, entrada a una senda, más subida, alguna bajada, alguna zona técnica, muchas piedras, todos nos bajamos a empujar las bicis en algún tramo corto, nueva subida, más subida y así llegamos al camino de la Hortichuela a la Garapacha. Una senda fantástica donde disfrutamos de lo lindo cada vez que la recorremos. Se hace «más cómoda» de bajada, pero subirla también es divertida.

Continuamos subiendo por el camino para llegar a la Garapacha, haciendo un tramo perteneciente a la Marcha BTT Sierra de la Pila. Una vez en el pueblo de la Garapacha, cuando ya creíamos finalizada la ruta para regresar, el comunitario Félix nos dice que nos quedaba una senda por recorrer. Resignados, cabizbajos y exaustos, pero animados a la vez al saber que con Félix siempre hay alguna buena sorpresa, afrontamos el rampón que sale de la Garapacha hacia la sierra de la Pila, en dirección al camino de la Solana.

Cuando estamos en plena subida, a molinillo, unos pavos nos salen al encuentro con cara de pocos amigos, nos van siguiendo y con la intención de defender su territorio. La comunitaria Patricia se asusta por miedo a que le piquen y se queda parada, la animamos a que continúe pues los pavos en este estado pueden atacar pero son lentos, por lo que en movimiento es más difícil. De repente el pavo blanco (de los dos que había, uno negro y uno blanco) empieza a seguirnos, cuesta arriba. Justo unos metros más arriba el comunitario Paquito206 sufre un ataque de un perro, algo insólito en la Comunidad, llegó a morderle encima del tobillo. Sin duda es la primera vez que a un comunitario le muerde un perro. Así que sufrimos el ataque de los pavos y de los perros, con mordedura incluida.

Félix fue testigo directo de la mordedura y vimos y fotografiamos el moratón producido por los colmillos del perro en el tobillo de Paquito, si no la verdad es que no nos lo creeríamos. Hay que reconocer que nos han «atacado» perros alguna vez pero morder ¡nunca! En fin, una vez tenía que ser la primera. Afotunadamente el perro era de reducidas dimensiones, por lo que no llegó ni a clavar el colmillo en la pierna de Paquito, solo le quedó un rasguño y moratón.

Tras las risas pertinentes por los episodios de la cruda realidad del ciclista de montaña con ataque de pavos y perros continuamos subiendo. El comunitario Matías, que lleva un mes sin salir en bici, empezó a acusar la picadura del pollo, iba exausto y no es para menos, una ruta espectacular pero exigente. Acabamos la subida girando a la izquierda y tomando una senda nueva, poco transitada que nos llevaría al camino forestal de la sierra de la Pila. Anduvimos unos metros por él y tomamos la senda de Nino Schurter, de bajada, para ir hacia la Hortichuela nuevamente.

Paramos a observar el nivel del agua de la charca de la Hortichuela y cruzamos hacia un camino que nos llevó al pino de la Calera, cerca de las Casicas. Allí despedimos a los comunitarios de Fortuna, que regresarían por el Cortao de las Peñas. El resto continuamos hacia Los Zarates y El Rellano. Paramos en casa de mis padres a saludarlos y llenar los bidones de agua.

Acabamos la ruta volviendo por carretera por La Hurona, El Fenazar y La Albarda. Antes de llegar al Fenazar nos encontramos con nuestros amigos Juan Francisco y Paco, que estaban haciendo una ruta de ciclismo por la zona. La comunitaria Patricia, en la parte final de la ruta, iba picada por el pollo también, muchos kilómetros, mucho frío y mucho rompepiernas…

Llegamos a Molina de Segura con unos 72km y unos 1.000 metros de desnivel acumulado positivo, en unas cinco horas y media. Una ruta espectacular, algo dura por el frío y el sube y baja contínuo pero divertida y entretenida.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB: