Hola comunitarios, siempre con ganas e ilusión salimos a rodar a los montes con nuestras bicicletas de montaña. Anunciamos una ruta en el foro de la web comunitaria para el domingo en la mañana, que finalmente se modificó por las lluvias de la noche anterior. Incluso la propia ruta fue duda hasta última hora, dado que en nuestra zona dejó de llover unas pocas horas antes de la salida.

Decidieron emprender esta ruta, cambiando el lugar de pedaleo, varios comunitarios: Paquito206, Henfri, Iván y Pedro203. El resto que anunciamos que asistiríamos optamos por quedarnos en casa pensando que todo estaría muy mojado y con mucho barro.

Algo más de una hora después de la salida de los comunitarios aventureros, viendo el espectacular día que se había quedado: cielo azul, sol radiante, olor a agua, ambiente limpio… No pudimos resistirnos y los comunitarios Alonsojpd, Patricia Carmona y Kronxito nos preparamos y preparamos las bicicletas para partir en la búsqueda del grupo de avanzadilla.

Iniciamos la ruta en dirección el Coto Cuadros, destino del otro grupo. En un principio íbamos a visitar la zona de badlands de Los Rodeos, pero ese terreno es laguenoso (como se le conoce en Murcia, en otros lugares launoso) y sabemos que con unas gotas es zona peligrosa porque el barro que se genera es muy pegajoso, como el de este vídeo donde antaño ya sufriéramos sus consecuencias:

Así que nos dirigimos al Coto Cuadros, lugar con terrenos más asentados y con piedras, donde esperábamos que hubiera menos barro y las sendas fueran transitables. Fuimos por una ruta diferente, subimos hacia el Altorreal y pasamos hacia el Chorrico para coger la senda en la que, hace unos meses, sufrí una caída en solitario:

Necesitaba quitarme esta pequeña espina, desde que me caí no había vuelto a pasar, y ya iba tocando. Subimos hasta la entrada de esta senda, hasta el final de la carretera del Chorrico y nos adentramos en ella. Las lluvias la habían limpiado y el terreno estaba compacto, por lo que la bajamos sin mayor dificultad. Esto me hizo meditar sobre cómo puede variar un sendero de una época del año a otra, es increíble.

Ascendimos esta bonita senda, oliendo a húmedo, con algunas zonas con un poco de barro, pero algo simbólico. Una vez arriba volvimos a salir a la carretera, afrontamos el último repecho del Altorreal y nos dirigimos hacia el Coto Cuadros entrando por el Portón de la Condesa. Justo al pasar al camino vimos un gran charco de agua y barro. La comunitaria Patricia, siempre valiente, lo afrontó sin mayor dificultad. El resto, Kronxito y yo, nos subimos por un sendero alternativo. Esta decisión nos supuso unos cuantos kilómetros de risas, en plan «qué cobardes sois», que aguantamos con estoicismo. En mi caso alegaba que llevaba la equipación nueva y no quería mancharla.

Nos adentramos en el corazón del Coto Cuadros, bajando por Senda Estrecha e intentamos subir el Jamón de las raíces, pero sin éxito, precisamente me quedé en una raíz que al estar húmeda era resbaladiza.

Seguimos bajando por camino y por senda, viendo que el terreno estaba como esperábamos: húmedo pero sin apenas barro. Incluso nos adentramos en una senda, con cierto miedo pues fue improvisada, pero finalmente la cruzamos sin mancharnos ni una pizca.

Intentamos contactar con el grupo más madrugador, pero cuando por fin hablamos con ellos nos dijeron que estaban saliendo del Coto y acabando la ruta.

Seguimos pedaleando por sendas y caminos, el monte olía de maravilla, olor a húmedo, algo poco habitual en nuestra zona. Aunque veo los pinos del Coto de los Cuadros un tanto apagados, con ramas secas, sin el verde de hace 10 años, cuando empezamos a visitarlo. Tal vez nos lo hayamos cargado entre todos: senderistas, ciclistas y sobre todo motoristas. Estos últimos han abierto senderos nuevos por doquier, donde no los había, desplazando a los animales, generando polvo y erosión, modificando una zona natural, convirtiéndola en un gigantesco circuito. Una vez más el toque destructivo del ser humano.

Nos dirigimos hacia el Embalse de Santomera, pasando por una senda en una zona de pinos nueva para nosotros, en la parte baja de la presa. Vimos alguna construcción del Gobierno que nos resultó bastante peculiar, decía ser un «Archivo» ¿archivo de qué? Una construcción grande y fuertemente vigilada, con decenas de cámaras de videovigilancia. Había también una zona de oficinas, otra de laboratorio y alguna cosa más, la que nos sorprendió fue la del «Archivo».

Incluso tuvimos tiempo de perdernos y acabar en un bancal de limoneros, teniendo que cruzar con las bicis sobre el hombro. Afortunadamente llegamos a la carretera y fuimos hasta la base de la presa del Embalse de Santomera, justo por allí me anunciaron que el grupo de avanzadilla estaba en el bar tomando unas cañas. Esto hizo que los comunitarios Patricia y Kronxito me presionaran para acabar la ruta e ir hacia el bar.

Subimos por carretera bordeando el Embalse de Santomera hasta tomar el camino que va hacia el Infierno, volviendo al Coto de los Cuadros. A la altura del Cabezo de las Pilas los comunitarios se adentraron y me comunicaron su deseo de hacerse un reportaje fotográfico. Yo, obediente, saqué las cámaras y me puse manos a la obra. Los deseos de los comunitarios son órdenes para mí.

Recorrimos este cerro, con cortes perfectos en la roca, hechos por el ser humano, para sacar piedras con las que hacía pilas para lavar la ropa, bebederos de animales, rulos para aplanar terrenos y hacer eras y otras cosas. Analizamos si era posible saltar de un sitio a otro, nos hicimos unas cuantas fotos, pasamos por la garganta que dividió la montaña y seguimos con la ruta.

Nos dirigimos hacia el camino de las Perdices y los Conejos, limpios de barro, algo sorprendente dada la cantidad de agua que cayó el día anterior. Como decía al principio gran parte de los senderos de Los Cuadros tienen piedras y están bien asentados, por lo que se puede rodar sin acabar embarrados.

Llegamos a la carretera para ir poniendo fin a la ruta, cerca de la Alcayna y ¡sorpresa! A lo lejos vi a la comunitaria Patricia derrapar y al comunitario Kronxito parar. En la carretera, en un badén, había barro para aburrir y los comunitarios se metieron de lleno en la boca del lobo. Lo peor del caso es que era pegajoso y quedó adherido a las cubiertas, al cuadro, a los desviadores, a los discos de freno, a las zapatillas y a las piernas.

Pasamos esta zona, cada uno como pudo, y tuvimos que parar, las bicis pesaban el doble y las ruedas estaban atascadas. Nos pusimos a quitar el excedente, al menos para poder pedalear, con palos y paciencia hasta que la rueda volviera a girar.

Hubo cabreos y risas, por igual, sobre todo por la rabia que da el ver que nos quedaban unos pocos kilómetros para llegar, que habíamos hecho 30 kilómetros por sendas y ramblas y no nos habíamos manchado y, en un segundo, en una carretera ¡zasca!

Fuimos volviendo a la normalidad, dándole a los pedales, luchando contra el rozamiento del asfalto y del barro. Poco a poco iba secándose y despegándose, hasta llegar a Molina de Segura. Nos fuimos directos al lavadero y pasamos más de media hora dejando las bicis impolutas, de paso aprovechamos nuestra «desgracia» para grabar un vídeo sobre cómo limpiar la bici cuando está embarrada, cómo secarla y cómo engrasarla o lubricarla. Por aquello de que no hay mal que por bien no venga.

Llegamos a la sede con las bicis limpísimas y procedimos a limpiar, secar y lubricar la cadena. Poniendo fin a esta estupenda ruta de ciclismo de montaña, donde aprendimos que no se puede cantar victoria antes de tiempo.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB BTT BXM: