Todo empieza como casi siempre, con una sugerencia de algún comunitario en plan «el sábado podíamos hacer una ruta larga que es festivo…». Se estudia una posible zona a visitar, se traza mentalmente un recorrido y lo publicamos en el foro de la web comunitaria. Así es como empezó esta estupenda ruta llena de crudas realidades, risas, anécdotas y aventuras que paso a contar resumidamente en las próximas líneas.

Salimos a rodar al monte, recién lavado por las lluvias, los comunitarios Alonsojpd, Paquito206, Patricia Carmona, Kronxito, María y Pedro203. Intrépidos aventureros en busca de una nueva jornada de deporte y diversión. La idea era hacer la ruta de las faldas, consistente en rodar por las faldas de la sierra de Lúgar, de la sierra de la Pedrera, de la sierra de la Navela y de la sierra de Ricote.

Empezamos la ruta con una mañana excelente, fresca y con algo de nubes, pero con el sol radiante y todo oliendo a humedad, de las lluvias de los días anteriores. Pedaleamos con nuestras bicicletas de montaña preparadas previamente y nuestros estómagos llenos tras un buen desayuno, a sabiendas de que nos esperaban más de 80 km de ruta.

Circulamos por carretera los primeros kilómetros, pasando por Molina de Segura y Los Conejos. En la bajada del carril bici había tierra arrastrada por el agua y alguna rodera seca. Marca dejada por las bicis al pasar en mojado. El comunitario Kronxito pasó con miedo y el miedo es uno de los peores enemigos del ciclista (no el peor). Su rueda delantera entró en la rodera, se le dobló la dirección y sufrió una caída. Los demás no lo vimos porque era el último. Afortunadamente no tuvo consecuencias físicas negativas.

Seguimos por La Quinta, La Alcayna, El Romeral y Los Valientes. En este punto el comunitario Paquito206 propuso hacer una o dos vueltas a su circuito Mini XCO Rambla Salada, así que en lugar de ir por el camino del Tomillar, nos metimos por unos bancales, cruzamos la rambla y llegamos al circuito que él mismo «ha diseñado». Entrecomillo lo de diseñar porque allí no se veía circuito alguno, unos bancales, matorrales y alguna olivera.

Antes de iniciar la vuelta al circuito paramos al ver al comunitario Kronxito mirar el cambio de su bicicleta. Decía que no le cambiaba bien el trasero. Mientras el comunitario mecánico en ruta grababa alguna perdiz, Pedro203 y Kronxito diagnosticaron el motivo: cruda realidad de las buenas, camisa y cable de cambio partidos. Por fin el mecánico en ruta se acercó, hizo su evaluación y concluyó el mismo veredicto. El comunitario Kronxito no podría continuar la ruta, nos seguiría hasta el circuito XCO para grabarnos un poco y luego regresaría a casa.

Bajamos, subimos y empezamos a dar vueltas al circuito. A priori no dábamos un duro por él, pero nos sorprendió gratamente. Es corto pero intenso, tiene giros bruscos y zonas divertidas. Antes de dar la primera vuelta completa paramos porque la bicicleta de la comunitaria María hacía un ruido extraño, como de roce de metal con metal. El mecánico en ruta Paquito206 procedió a hacer el diagnóstico, junto con el ayudante Pedro203. La cosa no pintaba bien, se les oía decir «te has quedado sin frenos». Según ellos el desgaste excesivo de la pastilla de frenos había hecho que se partiese el muelle que la mantiene alejada del disco cuando no se frena. Quizá exageraron un poco y sencillamente se había partido esa pieza pero no precisamente por el desgaste de la pastilla.

Sea como fuere, tras intentar solucionar el problema, vimos que no era posible y se quedó sin freno delantero. Por lo tanto la segunda cruda realidad de la mañana y el segundo abandono. Despedimos a los comunitarios Kronxito y María que tomaron camino de regreso y el resto nos quedamos dando vueltas al circuito Mini XCO de Rambla Salada.

Cruda realidad con avería mecánica en freno de disco de la comunitaria María por Comunidad Biker MTB

Tras un par de vueltas continuamos con la ruta en dirección al Fenazar y a la Hurona, subiendo por el camino del Tomillar, de los Valientes, Fenazar y pasando por la balsa del ratón hasta llegar a la primera falda de la mañana, la de la sierra de Lúgar, en el Camino de los Cordeles.

Íbamos riendo y comentando, pensando ¿quién será el siguiente en abandonar?… Ascendimos este estupendo camino de tierras rojas, con alguna zona un poco técnica, donde siempre disfrutamos mucho. Llegamos a la carretera del Rellano a las Casicas y giramos a la izquierda para bajar hasta la entrada de la senda de la rambla del Carrizalejo y el Chorro.

Justo al entrar oímos un estruendo sobrecogedor, un trueno de la tormenta que se nos echaba encima. Sonó fortísimo y nos asustamos un poco, rodar por una rambla, por un lecho de aguas torrenciales con tormenta no es la mejor de las decisiones. Pero conocemos la zona y sabemos que es difícil que la rambla baje sin antes verlo, además de que hay muchas escapatorias que conocemos.

Empezamos a bajar y había algo de barro de las lluvias de los días anteriores. Y lo peor vino pronto, empezó a llover, primero gotas casi imperceptibles y luego la cosa se puso más seria y nos calamos bien. Había que extremar las precauciones porque todo estaba resbaladizo.

Llegamos al puente de la carretera de la Hurona al Rellano y nos refugiamos a la espera de que cesara la lluvia. Allí vimos una lavadora tirada y decidimos llamarle la senda del frigorífico, en honor a la senda de la lavadora de la sierra de Burete en Cehegín que tiene un frigorífico.

Transcurridos unos minutos dejó de llover y aprovechamos el momento para seguir con la ruta, pensando en volver a casa. Pero la rambla estaba perfectamente practicable, además de que el cielo parecía que se estaba despejando, por lo que nos animó a seguir.

Nos encontramos con una calavera de cabra montesa y paramos a echarnos unas fotos y hacer alguna gracieta que quedó grabada para la posteridad. Era la primera vez que tocábamos una calavera de cabra con cuernos. La inspeccionamos bien, admirando los detalles óseos y las peculiaridades del hueso de un animal. Le pusimos gafas y la colocamos en el manillar de las bicicletas. Finalmente la dejamos en su sitio intacta, tal y como estaba, y continuamos pedaleando hasta el final de la rambla.

Calavera de cabra montesa con cuernos en rambla del Chorro y el Carizalejo por Comunidad Biker MTB

Antes de salir del Carrizalejo y el Chorro tuvimos una sorpresa en forma de barro pegajoso, que nos dejó las ruedas bien cargadas para la subida que nos esperaba. Por un lado no nos fiábamos del tiempo y pensamos en regresar a casa, saliendo de la rambla hacia la carretera de la Hurona. Pero las ganas de diversión y aventura siempre pueden más en la Comunidad. Optamos por seguir subiendo y continuar con la ruta pensada en el inicio, incluso con el retraso de las crudas realidades y la lluvia.

Subimos por el jamón y bajamos hasta la casa de madera del tío de Paquito206. Parada obligatoria a almorzar, a limpiar el barro de las bicis y a echarle un vistazo a esta obra de arte. Una casa realizada íntegramente con maderas sobrantes de obras de albañiles. Hecha a púa y tablón, con detalles estupendos que ni al mejor de los arquitectos se le hubieran ocurrido. La pudimos ver por dentro gracias a que Paquito206 conoce la combinación secreta de la apertura de su puerta de entrada.

Antes de irnos vimos una garrapata (ruezno como se le llama en zonas de Murcia) en el maillot de la comunitaria Patricia. Este año parece que abundan estos insectos parásitos, que cuando se han insertado en la piel y han conectado con una vena se bufan y forman lo que llamamos las caparras. Nos dan bastante repelús y, además, pueden ser causantes de altas fiebres e infecciones. Conseguimos quitarla del maillot y la dejamos por el suelo, en busca de otro huésped.

El comunitario Paquito206 nos comentó que estuvo a punto de tener que retirarse y causar la tercera baja de la mañana. Nos decía que el cambio trasero se le vino a los radios y a punto estuvo de partirlo. Afortunadamente paró a tiempo y pudo volverlo a su estado normal sin llegar a la avería mecánica ¡por los pelos!.

Subimos hacia Los Coloraos y luego hacia las segundas faldas de la mañana, las de la sierra de la Pedrera. Aún no estábamos convencidos del todo de seguir con la ruta pero las ganas nos empujaron hacia Las Salinas, pasando previamente por una plantación de frutales donde nos comimos alguna nectarina.

Empezamos a bajar por camino en dirección al Apeadero de Ulea, un tramo de 15 kilómetros que se hacen bastante rápidos, casi todos de bajada o de llano. Pasamos de la lluvia y el frío al un calor abrasador, pasando los 35 grados. Nos vino bien al principio para secarnos pero luego nos quemaba la piel. Son cosas habituales en nuestra Región y a las que estamos relativamente acostumbrados.

Tomamos el camino de la sierra del Belén, que es de subida suave. Rodamos por las piedras y tierra haciendo la subida del monte. Allí me metí por un camino para ver si iba hacia algún sitio, viendo que no bajé monte a través. Los comunitarios no me vieron y permanecieron un buen rato arriba esperándome. Vi al comunitario Paquito206 andando por la cima y le hice señales para que viera que ya estaba abajo.

Bajaron raudos y veloces por este sendero con muchas piedras. Puse la GoPro en el suelo y los comunitarios pasaron derrapando y cubriéndola de tierra. Lo siguiente que recuerdo fue pedalear paralelos a la autovía, en el Puerto de la Losilla, por una senda que tiene su miga en un par de tramos. Paramos a ver unas raíces de los pinos cercanos que la erosión del agua había dejado al descubierto.

Cruzamos la autovía por carretera y nos adentramos en las terceras faldas de la jornada, las de la sierra de la Navela. Subimos por la pista forestal del lado del embalse de Blanca, que es más suave. Nos detuvimos en el mirador a descansar un poco, a beber agua, a echarnos unas fotos y a entrevistar a la comunitaria Patricia que empezaba a ser objeto del pollo. Llevaba unos kilómetros atrás con unos polluelos sobrevolándola y acabaron por bajar y picarle.

Descendimos la Navela y subimos el repecho del Azud de Ojós. Luego bajamos hacia el pueblo de Ojós donde paramos a comprar agua. Aún nos quedaban más de 25 km de ruta y llevábamos unos 60. La temperatura no bajaba de los 30 grados, al contrario, los sobrepasaba, calentándonos bien el lomo.

Subimos por el Salto de la Novia hacia Ulea y rodamos por los Miradores en la orilla del río segura, por Villanueva y Archena. Vimos zonas de cañas quemadas, donde habían ardido también los miradores de madera, los palos que definían el sendero e incluso algún banco donde la gente podía sentarse en otro tiempo.  Esto lo estamos viendo últimamente en partes de la orilla del río, a las que les prenden fuego indiscriminadamente, quemando no solo las cañas, sino también los animales, árboles, fauna y flora.

Comunitaria Patricia Carmona con cara roja por picadura del pollo en ruta de ciclismo de motaña por Comunidad Biker MTB

A la altura de Archena decidimos coger la carretera para acortar un poco la ruta, la cruda realidad de cernió sobre la comunitaria Patricia en forma de picadura de pollo. Iba exhausta y con la cara roja como un pimiento colorao. la verdad es que íbamos todos cansados, muchas horas sobre la bici, casi ocho horas y casi 90 kilómetros, con casi 1.200 metros de desnivel acumulado.

Dejamos las faldas de la sierra de Ricote para otra ocasión, esto hubiera supuesto otros 15 ó 20 kilómetros más y alguna demanda de algún comunitario participante. Llegamos a Molina de Segura pasadas las cuatro de la tarde, acabando esta estupenda ruta llena de crudas realidades y de anécdotas que quedarán en nuestra memoria hasta que las machaquemos con otra cosa.

La comunitaria Patricia aguantó como la luchadora que es, se quejaba pero era comprensible, luchaba contra la dureza de la ruta y la dureza de las inclemencias meteorológicas. Todo ello sumado a alguna molestia propia del género femenino ¡bravo por ella!.

De vuestro comunitario presidente Alonso.

  • Fotos de la ruta MTB BTT BXM: