Hola amig@s de Comunidad Biker, a los apasionados del deporte y de la vida en general, soy la comunitaria Patricia Carmona y quiero relataros lo acontecido en la marcha que tuvo lugar el domingo día 27 de noviembre de 2016 en Campillo de los Jiménez en Cehegín (Murcia), la Campibike 4.0.

Madrugamos como casi siempre, hacemos los preparativos correspondientes, preparamos bicis y demás. En la sede nos esperaban entusiasmados los comunitarios Jesus, Antonio, Juan Francisco, Pedro y la encantadora comunitaria Sandra. Nos dividimos en coches y salimos a eso de las 8:15h. Llegamos a Cehegín, a Campillo de los Jiménez y estaban cayendo unas gotas de agua, parecía que apretaría, pero no fue así finalmente.

Desde el principio, antes de salir, se veía que esto iba a prometer y habría mucho barro. Recogemos los dorsales, vamos a por nuestras bicicletas, muy justos de tiempo y salimos hacia la línea de salida. Antes de llegar oímos el pistoletazo de salida. Nada más iniciar la marcha nos encontramos con un pequeño tapón, lo que hizo que llegáramos a tiempo. Y justo tras la línea de salida ¡barro!  :wacko: Un barro arcilloso que resbalaba bastante, la bici y yo bailamos :yahoo: .

Damos una pequeña vuelta al pueblo para llegar donde empezábamos, para subir un repecho bastante resbaladizo. Aquí nos bajamos casi todos de nuestras bicicletas, menos uno que es el de siempre… nuestro comunitario presidente Alonso, que lo veo subir encima de la bici. Al poco nos encontramos con el primer tapón serio de la marcha. Aprovechamos como siempre la ocasión para echarnos unas fotos y algún vídeo que nos graba el comunitario Alonso. Delante de mí llevo a Jesús y a Aurelio y detrás a Sandra, que iba un poco nerviosa por el tema del barro, por miedo a caerse, finalmente se lo pasó en grande. Veo a algunos niños de unos 12 a 14 años participando, me quedo sorprendida porque no estoy acostumbrada de ver a chicos tan jóvenes en marchas ¡Bravo por ellos!

Seguimos rodando por los caminos y senderos húmedos de este lugar, todo muy bonito. Al poco me encuentro al comunitario Aurelio parado, había roto la cadena. Me dice que no me parara, que ya la tenía casi arreglada, así que seguí mi camino. Entramos por sendas muy embarradas y la mar de divertidas. Aquí la concentración juega un papel muy importante, la bici se me iba de vez en cuando y un descuido puede hacer que acabes en el suelo, pero al final no fue así.

Continuamos llenos de barro, tanto las bicis como nosotros, disfrutando y divirtiéndonos. Lo siguiente que vino fue un sube y baja, como llaman algunos un rompepiernas que nos acompañaría casi el resto de la marcha, junto con el barro. Sigo rodando con mi bicicleta de montaña por un tramo bastante largo, junto a dos niños de 12 años, que eran de la zona. Se les veía muy fuertes, sorprendida de su habilidad encima de la bicicleta les iba preguntando cosas y les dije «¡Pero qué fuertes estáis!». Uno de ellos me respondió «Sí, de ver vuestros vídeos y aprendemos mucho». Me dejó alucinada, seguidores de la comunidad, casi me los cómo allí mismo  :heart:. Me alegré bastante y así se lo hice saber. Les pregunté si les gustaban nuestros vídeos y me dijeron que sí, así que más contenta imposible. Da gusto ver chicos tan jóvenes haciendo deporte y más si son seguidores de la comunidad.

Con la bici llena de barro sigo rodando por las sendas y caminos de la Campibike 4.0. Detrás de mí iba un hombre que les indicaba a los niños por dónde ir, esto me sirvió para guiarme yo misma. Uno de ellos le llamó “Chache”, así que deduzco que sería su tío, desde aquí les doy la enhorabuena a estos chicos ¡Bravo!

A los pocos kilómetros llego a una bajada de escándalo, muy empinada, donde estaban nuestros amigos comunitarios de Los Simao Yepes y Antonio de Maya, fotografiándonos. Me subo a la bici y ¡Sea lo que Dios quiera! Me armo de valor y para abajo. Bajé montada en mi Kross Level R3. Parecía que estaba en una pista de baile con tanto vaivén. Puse pie al suelo a la altura de ellos, casi finalizando, era peligroso, muy resbaladizo. Me lo advirtieron desde abajo Antonio de Maya y los demás, me dijeron que entraría a una rambla y que llevara cuidado, así que hice caso. Tras la bajada, efectivamente, entré en una zona de rambla con agua y barro, las piedras resbalaban. Pero fue muy divertido, incluso tuve un amago de caída, pero controlé bien la bicicleta en el último instante para no acabar en el suelo :yahoo: .

Seguimos por unas sendas bastantes estrechas, entre árboles, muy bonitas. Olía a tierra mojada, todo húmedo y embarrado, un paisaje espectacular, para disfrute de los cinco sentidos. Por momentos iba completamente sola en el recorrido, esto a veces está muy bien, solo oírnos a nosotros mismos, todo tranquilidad y el silencio propio del bosque. Al poco me encuentro con un miembro del grupo Los Ardillas, con Jose el carpintero, que me acompañó desde la mitad del recorrido en adelante. Hablaba mucho pero era simpático, así que íbamos charlando durante el trayecto. Hablaba él bastante más que yo, pues cuando me concentro no me sale palabra alguna. En algún momento incluso no le escuchaba. Me contó un chiste que ni entendí :wacko:.

La bicicleta seguía bailando por muchos de los tramos, la rueda de atrás hacía eses, a veces, al resbalar. En algunas zonas me encontraba con unos charcos de agua que parecían ríos. Todo esto no hacía si no incrementar la diversión. Llenándome de barro hasta los ojos, que tenía que ir limpiándome con los guantes. Cuando patinaba tenía a Jose diciéndome «Mira como hace la culebra»  :wacko: y así todo el camino :yes:.

Bajamos una senda y por allí estaba uno de sus compañeros, David, que a su vez esperaba a otro compañero que venía más atrás, a Pedro Taxi, así le llaman. David decidió acompañarnos en el resto de la marcha, que ya estaba acabando. Pasamos por un camino que tenía unos árboles a los lados con las hojas amarillas ¡Un espectáculo!

Ya se veía el pueblo de Campillo de los Jiménez a lo lejos y, la verdad, estaba un poco harta de tanto barro, puesto que se hace más fuerza y se gasta más energía que si no lo hubiera. Las ruedas cada vez más grandes y la bici más pesada de acumular tanto barro. La puntilla final de la marcha, miro al frente y veo la cuesta que bajamos al iniciarla, en este caso de subida. Toda llena de barro fino del paso de los cientos de ciclistas. Pensé que resbalaría así que tomé medidas de precaución, puse el culo en la punta del sillín y el pecho al manillar, para no resbalar.

Llegué a metea contentísima, muy satisfecha. Me pusieron la medalla de finisher, hecha a mano por la asociación Aidemar (Asociación para la Integración del Discapacitado de la Comarca del Mar Menor). Un gran trabajo el de estos chicos, nos encantó la medalla, un detalle que guardaremos siempre como recuerdo de nuestra participación en esta marcha.

Terminé la Campibike 4.0 en unas 3:30h, con 44 kilómetros, unos 800 metros de desnivel acumulado y mucho barro, quedando cuarta en mi categoría y dándome un bonito trofeo. También nos llevamos el jamón al club más numeroso ¡Oléeeee! :rose:

Nuestra comunitaria Sandra quedó tercera en su categoría y Patricia Montero segunda en su categoría, unas máquinas ¡Bravo por ellas!

Tengo que decir que la organización estuvo espectacular, y no faltó nada, ni en la marcha, ni en el catering, que estuvieron pendientes de que no nos falte de nada ¡Bravo chicos, un trabajo excelente! :good:

Antes de irnos grabamos las impresiones de la marcha, como es habitual en la Comunidad. En este caso estrenando la bandera de la Comunidad. :yahoo:

De vuestra comunitaria Patricia Carmona.

  • Fotos de la marcha MTB: