Bueno amigos comunitarios, dado que el presi tuvo que abandonar, la parte inicial de la Mortal 3.0 quedó narrada en esta crónica, ahora seré yo quien relate la continuación de la Mortal 3.0.

Una vez reanudado el camino en Blanca salimos el resto de comunitarios en busca del barranco de Ambrós, al cual entramos por un lugar nuevo que nos mostró el comunitario Guillermo, justo debajo del puente que va hacia el Alto Palomo, así que tomamos la rambla del barranco de Ambrós y lo recorrimos, sin ningún percance, pero eso sí, con el sol apretándonos un poco en el pescuezo.

Una vez pasado el barranco llegamos a la zona que hemos bautizado como la mini-perversa, una subida muy empinada que une el barranco con la sierra de Ricote. En este punto tenemos un manantial natural de agua donde paramos a repostar y hacer un pequeño descanso, el barranco más la mini-perversa mermaron bastante las fuerzas. Tras el avituallamiento seguimos nuestro camino y nos dirigimos en busca de la sierra de Ricote, más concretamente a la Perversa.

Para el comunitario Anto sería su primera vez en afrontar esta subida, que como sabéis no es nada fácil, 2 kilómetros al 17%. Llegamos allí y cada cual cogió su ritmo de subida. Al terminar el hormigón de la perversa, unos 200 metros más adelante, esperé al resto de comunitarios en una especie de mirador que hay allí, fueron llegando Monty, Guillermo y Anto. Nos hicimos una foto para ir cogiendo aliento y acto seguido continuamos con la subida hacia los Almeces.

Salimos marcando el ritmo Anto y yo, charlando de los menesteres de la vida, pero poco a poco Anto se me iba descolgando, por lo que tuve que terminar la subida en solitario. Al llegar a los Almeces hice unas fotos y grabé unas pequeñas impresiones, acto seguido saqué de la mochila unos orejones de albaricoque que tomé para recuperar algo de energía, mientras iban llegando el resto de comunitarios. Una vez todos arriba nos hicimos la foto de rigor y tomamos un pequeño descanso para poder continuar la ruta.

Tocaba bajar de Ricote y tomar rumbo a las muelas. Comenzamos la bajada y nos metimos hacia el sendero del Aguilucho, para luego tomar la bajada del Zig Zag de Ricote. En este tramo el cansancio se dejaba a un lado pues las vistas y la sensación de circular por esa serpenteante zona hace que te reconfortes de nuevo. Llegamos finalmente a la carretera que va al Mayés y tomamos el camino que nos llevaría hacia la parte de debajo de la Cicatriz, la cual tendríamos que subir con su correspondiente dificultad técnica. De hecho, casi todos pusieron pie a tierra en algún tramo de la subida.

Fuimos culminando la cima de uno en uno para posteriormente dejarnos caer hacia la carretera de Yéchar, por una zona que en su principio es un tanto difícil. Tanto la subida de la Cicatriz como la bajada formaron parte de la prueba que se disputó en ese mismo día, conocida como 2 Reinos, una prueba MTB por etapas que se caracteriza en parte por la dureza de su recorrido.

Al llegar a la carretera de Yéchar fuimos rodando dirección Campos del Río, pero desviándonos un poco a la derecha buscando nuestra segunda muela, y no quiero decir con esto que alguien perdió algún diente. Tocaba una nueva subida, esta no muy larga, pero sí con una pendiente regular y algunas zanjas que había que sortear, aunque esto ya se afrontaba con más entusiasmo, justo al coronar la Muela de Albudeite allí estarían Alonso, Patricia y Kronxito con víveres y ánimos a raudales. Este punto me lo saltaré pues ya lo ha contado Alonso anteriormente jajaja :yahoo: .

Tras el avituallamiento había que seguir dando pedales, la tarde se nos echaba encima y el Relojero aún estaba lejos, era el siguiente punto que debíamos afrontar. Bajamos por el sendero adoquinado de la Muela de Albudeite para coger la Vía verde del Noroeste. En esta zona empezamos a rodar a buen ritmo, nos colocamos en fila para ir a rueda unos de otros y yo, que estaba más “entero”, me encargué de marcar el ritmo y dar el rebufo a mis amigos comunitarios.

Al llegar a Campos del Río nuestra comunitaria Monty sufrió una pequeña avería mecánica, su cable del cambio trasero estaba en las últimas y se mantenía sujeto por unos pocos hijos. Como no pudimos hacer ninguna reparación eficiente lo dejamos tal cual y nos encomendamos al Señor, así llegamos hasta Alguazas, donde tomamos unas calles del pueblo en busca del río. En este punto íbamos analizando la situación para llegar a Murcia y, debido a que el cansancio era ya bastante notorio, decidimos cambiar la orilla del río, que en la Premortal 3.0 segunda parte pudisteis ver llena de cañas, por la Vía Verde en Molina de Segura.

La verdad es que cuando uno va cansado no es plato de buen gusto ir dándote cañazos en la cara, ni tener que ir esquivando las molestas cañas. Nos desviamos hacia la Vía Verde para ir hacia Murcia por Espinardo y entrar por el Malecón. A los pocos metros de Vía Verde Anto y Monty nos dieron la noticia de que nos dejaban solos, entre el cansancio de Anto que vino casi sin dormir, el cable roto de Monty y que el coche lo tenían a escasos metros de donde estábamos, decidieron una retirada.

Nos quedamos Guillermo y yo solos, con la intención de acabar este reto, fuese como fuese, por lo que proseguimos nuestro camino hacia Murcia, sin demorarnos mucho para que no se nos hiciera de noche antes de subir al Relojero. Pero no fue así, en el camino de Salabosque la oscuridad empezaba a notarse y, justo al llegar a la zona del Valle, la noche se nos echó encima. Tomamos la senda del Búho para llegar al Sequén y, desde aquí, empezar con la tan temida subida de las Columnas.

Con las luces encendidas, con los ánimos arriba y con las fuerzas mermadas comenzamos el ascenso MTB de las Columnas, a un ritmo pausado y aquí fue donde nuestro comunitario Guillermo se quedó definitivamente sin fuerzas, hasta el punto de decirme que lo animara en la subida. Lo animé dentro de lo posible, se encontraba físicamente agotado y decidió hacer el ascenso a las columnas prácticamente a pie, yo iba subiendo un par de curvas y parando hasta que llegara para asegurarme que aún estaba vivo.

Guillermo subió las Columnas más con la cabeza que con las piernas, y es que después de 160 km y 3.600 metros de desnivel acumulado de MTB los cuerpos no están para muchas fiestas. A nuestro chino chano culminamos la subida de las Columnas y nos dirigimos hacia las Antenas del Relojero, que también se pegaban al lomo, a pesar de ser unos pocos metros, pero unos pocos que se empalagaban como nunca. Cuando coronamos las antenas hicimos otra parada de recuperación, avituallamiento y abrigo, pues la noche era fría y tendríamos que bajar, así que nos pusimos algo de abrigo, tomamos algo de comer,  cogimos un poco de aire y admiramos las vistas de Murcia de noche.

A bajar sea dicho, y ya con nuestro tercer pico coronado y cada vez más cerca de conseguir el reto de la Mortal 3.0 de Comunidad Biker MTB, nos dirigimos hacia la Tana, por la que bajamos con cautela, a pesar de las luces la noche es oscura y alberga horrores y este camino tiene algunos tramos rotos que podían resultar peligrosos. A todo esto se sumaba que el comunitario Guillermo era la primera vez que pasaba por esta zona y el no conocer algo, y encima de noche, conlleva más peligro.

Bajamos la dichosa Tana, que parecía no tener fin y nuestro siguiente objetivo era buscar la orilla del río, pero antes hicimos una parada técnica en un chino de Beniaján para reponer agua, estábamos sin recursos hídricos. Una vez repostados continuamos hacia el río Segura y tomamos la orilla. Por el camino Guillermo y yo decidimos no llegar hasta el Siscar, sino salirnos por Alquerías y dirigirnos hacia Santomera por el cruce de El Raal, tomando la carretera, cosa que en la Premortal se evitaba, pero como la Mortal es nuestra tenemos el poder de hacer las variaciones de recorrido oportunas jajaja :yahoo: .

Rodamos por carretera con la ventaja de que a las 11 de la noche, un domingo, no suele haber mucho tráfico y llegamos a Santomera. Para buscar la entrada al canal del pantano también hicimos una variación, para no pasar por el centro del pueblo. Tirando del mapa del GPS fuimos improvisando una ruta por las afueras de Santomera, pero claro, los mapas son muy bonitos en las pantallas y en papel, pero les falta un pequeño detalle, marcar las vallas y puertas. Efectivamente, en nuestra improvisación, por no se sabe qué extraño motivo, acabamos en medio de una finca vallada, por lo que no tuvimos más remedio que darnos la vuelta y buscar otra alternativa.

Con la orientación retomada y el rumbo correcto llegamos, tras un rato de dar pedales, a la vía de servicio de la autovía, por la que entraríamos a la parte trasera de la zona de las antenas del pantano, nuestro último pico. Nos adentramos por el camino donde hay un pequeño grupo de casas y los perros de las casas nos ensordecían con sus ladridos, a esto le sumamos que ya eran altas horas de la noche y hay que andarse con cuidado no vaya a ser que alguna escopeta se asomara por alguna ventana.

Pasada la zona neutra comenzamos la primera parte de la subida y aquí volvimos a hacer un pequeño cambio de recorrido. Decidimos no subir por el sendero de las Abejas o del Perro, pues Guillermo dijo que le daba igual pero que subiría andando, no estaba para hacer ninguna subida técnica, así que para una buena marcha decidimos subir a las antenas por la parte trasera. Culminamos las antenas y, por fin, el último pico ya estaba conseguido, la Mortal 3.0 la teníamos casi acabada. Así que otro descanso, unas fotos y a pensar en la vuelta a Molina de Segura para cerrar el círculo.

A falta de unos 20 kilómetros comenzamos el regreso a Molina de Segura, ahora tocaba cruzar el Coto Cuadros y subir por el Altorreal, que esto no se considera subida en una ruta normal, pero con 230 kilómetros subir el Infierno, la Mundial y la cuesta del Portón de la Condesa, como que toca un poco los… pero así es la vida, así es la Mortal y así somos nosotros, burros y atascados.

Llegamos finalmente a Molina de Segura, al parque junto a la sede de la Comunidad, donde comenzamos la Mortal a las 6:30 de la mañana y terminamos a las 01:01. Hicimos la friolera de 18 horas y media  de ruta de ciclismo de montaña, con 230 km y 4.500 metros de desnivel positivo. Estos son los números que nos daba la Mortal 3.0.

Guillermo y yo nos dimos un abrazo de satisfacción, habíamos realizado la Mortal 3.0 y con el mérito de que Guillermo, a pesar de ir mermado físicamente, se empeñó en terminar, cosa que he de agradecer enormemente,  de no haber sido así yo no hubiese terminado tampoco, pues no me hubiese atrevido a estar a altas horas de la noche dando sartenazos solo por el monte.

Ahora ya solo nos queda disfrutar del logro, esperar a ver con qué nos sorprende nuestro presi por la realización de la Mortal 3.0 y preparar la Mortal 4.0 ó la versión que toque jejeje :yahoo: .

Atentamente vuestro comunitario vicepresidente Paquito206.

  • Fotos de la Mortal 3.0 de Comunidad Biker MTB: